Monseñor Francisco Ozoria Acosta se estrenó como arzobispo de Santo Domingo, en una misa ordinaria, con un llamado a la Iglesia para que no se quede en los templos y salga a las calles a predicar.

Francisco Ozoria exhortó a los feligreses a ser discípulos misioneros. (Kelvin Mota)

Francisco Ozoria exhortó a los feligreses a ser discípulos misioneros. (Kelvin Mota)

Ayer era la primera vez que Ozoria presidía una misa en la Catedral Primada de América.

Indica el periódico El Caribe que a las 12:00 del mediodía cuando inició la ceremonia, el arzobispo recorrió el pasillo central de la iglesia hasta llegar al altar y mientras lo hacía, sonreía y hacía gestos de saludo a un salón repleto de creyentes.

Con su primera homilía como arzobispo, en sustitución del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, esa idea de que Ozoria responde más a la línea del Papa Francisco –distinguido como un religioso cercano, identificado con las minorías, los grupos vulnerables- quedó confirmada. Ozoria dijo que la Iglesia debe salir a llevar el mensaje. “Nos reunimos en los templos, celebramos. Pero no podemos quedarnos ahí, tenemos que salir de misión, tenemos que ir a los campos, a los pueblos, a los barrios a llevar el mensaje”, enfatizó.

La Iglesia católica celebró el pasado sábado la toma de posesión de Ozoria Acosta como arzobispo de Santo Domingo. Era una ceremonia que el país no veía hacía 35 años y a la que asistieron el presidente Danilo Medina, funcionarios, autoridades religiosas de todo el país, obispos extranjeros y misioneros diplomáticos. Y esa solemne ceremonia la puso Ozoria como ejemplo sobre el significado de lo que estaba diciendo en su misa dominical: “Esa gente reunida ayer (sábado) significa un poquito… Cuando vemos mucha gente en un lugar, en una concentración, sí son muchos. Pero no es verdad comparándolo con la mayoría, con la multitud que hay que están muchos alejados de Dios”, analizó para luego enfatizar su deseo de que la Iglesia, con sus “discípulos misioneros”, llegue a los alejados.

La homilía del arzobispo estuvo centrada en el Evangelio de San Lucas que refiere al pastor que, cuando uno de sus animales se pierde, deja el rebaño y busca la oveja que se le ha extraviado. Ozoria apuesta porque, al igual que el pastor, se construya una “Iglesia en salida”, como la que medita el Papa Francisco.

La misa dominical ayer fue más distinguida. 50 voces del coro de la Catedral armonizaban los cánticos, bajo la dirección de José del Monte. Los creyentes cerraron la ceremonia con un aplauso extendido de bienvenida a quien en lo adelante dirigirá la Arquidiócesis de Santo Domingo, compuesta a su vez por las diócesis del Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo y Monte Plata.

Francisco Ozoria da la impresión de ser un hombre de trato cercano. Quien se ha distinguido por la defensa hacia los inmigrantes haitianos en el país, ayer cerró la ceremonia saludando de frente – sonreía, y tocaba o los hombros o la cabeza-, a los creyentes que acudieron a la misa.