El pasado domingo 2 de octubre, aproximadamente a las 9:30 p.m., oficiales de la Policía Nacional subieron a camiones y camionetas a un aproximado de 15 personas integrantes de la comunidad  de Lesbianas, Gay, Transexuales, Travestis, Transgéneros, bisexuales e Intersexuales (LGTTTBI) que han encontrado como espacio de reunión el Parque Duarte en la Zona Colonial. Fueron llevados al destacamento de San Carlos del Distrito Nacional y puesto en libertad gracias al trabajo de defensoría  realizado por el  Observatorio de los Derechos Humanos para Grupos Vulnerabilizados y el Lic. Guillermo Peña, coordinador de dicho espacio.

captura-de-pantalla-2016-10-04-a-las-15-09-48De acuerdo con los testimonios y videos colgados en redes sociales, durante la detención  los elementos de seguridad negaron información acerca de los motivos del arresto, prohibieron hacer llamadas a los familiares, mantuvieron en secreto sus nombres y cargos, y las víctimas fueron objetos de discriminación y estigmatización por su preferencia sexual.



Este acontecimiento se suma a la serie de hechos que buscan “limpiar” la Zona Colonial de todos aquellos perfiles que “afean”, “ensucian”, y/o cuestionan la frontera de lo socialmente aceptado. A estas acciones se le denomina LIMPIEZA SOCIAL, y buscan, a través del aparato represor y autoritario del Estado, esconder, intimidar y desaparecer de la mirada pública a todos aquellos que no entran en los códigos morales del “buen ciudadano/a”.  La limpieza social es una estrategia para privatizar el espacio público y construir un “zona amurallada y bonita” sólo para quienes cumplen con el ‘target social’ y económico impuesto  por la clase  político- eclesial dominante.

Las personas que sobreviven en las calles, los/as pacientes psiquiátricos, los/as trabajadores/as sexuales y la comunidad LGTTBI son blancos fundamentales de este ataque clasista y racista, los cuales quedan re-victimizados por las posturas conservadoras que les acusan de “promiscuos”, “indeseables” “pájaros” y “morbosos”; garantizando así la impunidad y alejándoles del acceso a la justicia sin discriminación.



Lo acontecido el pasado domingo constituye un hecho grave para la República Dominicana en materia de Derechos Humanos. Unas 15 personas fueron privadas ilegalmente de su libertad por  parte del Estado dominicano. ¿El delito? tener una preferencia sexual distinta y ocupar el espacio público para ejercer sus legítimos derechos ciudadanos. ¿Las causas? Discriminación ¿Los cómplices? Los estigmas y juicios de valor que criminalizan a lo diferente y las personas que conociendo de su toxicidad, lo siguen reproduciendo, informó Hoy.

Aún podemos aprender de esta mala experiencia. ¿Cuáles serán las medidas de reparación del daño que asumirá el Estado dominicano en  favor de las personas detenidas? ¿Cuáles garantías de no repetición tendrá la comunidad LGTTBI que se da cita en esta plaza pública? ¿Cómo podemos educarnos en la diversidad y superar las barreras heredades de la clase social y la dictadura hetero-normativa? Pensémoslo juntos/as.

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