Bogotá, Colombia. El Nobel otorgado al presidente Juan Manuel Santos expresa el fuerte apoyo de la comunidad internacional a este hombre determinado en poner fin al conflicto armado interno, pero también envía un mensaje a todos los colombianos de que es posible alcanzar la paz.

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«Es un espaldarazo impresionante al presidente», dijo a la AFP el experto en conflictos Ariel Ávila.

Pero «es una presión que se le mete también al ‘No’ y a diferentes sectores para que no dilaten la hoja de ruta» del proceso de paz hasta la elección presidencial de 2018, explicó este analista de la Fundación Paz y Reconciliación.



El presidente «salió debilitado después del plebiscito del domingo y la oposición estaba actuando con mucho poder, hasta soberbia», aseguró por su parte Marc Chernick, politólogo y profesor de las universidades de Georgetown (en Washington) y Los Andes (en Bogotá), que estimó que ahora el panorama va a cambiar.

Santos asumió todos los riesgos al someter a un plebiscito el acuerdo de paz firmado el 26 de septiembre con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas). No estaba obligado a convocar esa consulta en la que sin embargo se empeñó, para dar «la mayor legitimidad» posible a la paz.

A pesar de que las encuestas daban ganador al «Sí» al acuerdo con las FARC, el «No» finalmente se impuso el 2 de octubre, con 50,2% de los votos y en una votación marcada por una abstención récord de más de 62%.

– Mucho más que un premio consuelo –

Para el analista francés Frédéric Massé, el Nobel «es mucho más que un premio de consolación. Es verdaderamente un mensaje a los colombianos de continuar la negociación e intentar asumir una posición» para terminar la confrontación con las FARC, la principal guerrilla del país, surgida en 1964 de una insurrección campesina y que hoy cuenta con 5.765 combatientes.

«Esto va a depender de la capacidad de los dirigentes políticos de verdaderamente poner su ego un poco de lado y encontrar la solución», dijo a la AFP este experto en conflictos y grupos armados de la Universidad Externado de Bogotá.

Ávila profundizó en el mismo sentido: el premio «no resuelve el problema. Necesitamos todavía construir la hoja de ruta, encontrar algún camino, presionar el Centro Democrático», partido del expresidente derechista y actual senador, Álvaro Uribe, que lideró la campaña por el «No» porque consideraba que el acuerdo era «muy laxo» con los guerrilleros.

«Es como (Barack) Obama», dijo el analista en referencia al presidente de Estados Unidos. «Obama se ganó el premio Nobel, pero los republicanos le jodieron la reforma de salud y la bloquearon en el Congreso».

Para Massé, también hay un riesgo de «polarizar aún más a la clase política» en un país azotado por más de medio siglo de un conflicto que ha implicado a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y agentes estatales, con un saldo de al menos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

«Ya hay quienes han radicalizado un poco sus posiciones: algunos dicen que como Santos ganó el premio Nobel, no vale la pena renegociar y los partidarios del ‘No’ dicen que (haberle dado el premio) es cualquier cosa», dijo.

– El foco en el proceso –

Chernick es más optimista. El Nobel «va a ayudar mucho a Santos», dijo, explicando que «es un salvavidas, salvavidas simbólico, pero que va a movilizar todos los actores dentro de la sociedad y dentro de la comunidad internacional, y hasta dentro de los partidos políticos para apoyar» al presidente.

«Hay que encontrar una hoja de ruta para solucionar» la crisis tras el plebiscito, destacó a su vez Ávila, según quien «hay distintas alternativas pero todas son de un costo político alto»: renegociar el texto de 297 páginas, convocar una Asamblea Constituyente, un pacto nacional, un nuevo plebiscito o ignorar el resultado de las urnas.

Para este experto, en cualquier caso se va a requerir «mucha valentía política y mucho respaldo popular». «Es una bocanada de aire que le dan al presidente y él debe saberla capitalizar».

En tanto, Chernick resaltó que «ya ha habido una gran movilización en el país», con las marchas por la paz que han convocado a decenas de miles de personas en toda Colombia después del domingo.

«Lo que faltaba era exactamente lo que sucedió con este premio, es decir, un gran respaldo de la comunidad internacional para redirigir, enfocar la luz internacional en el proceso de paz de Colombia», explicó.