Una polémica se ha generado en Venezuela, luego de que un hombre denunciara que en el Cuartel de Prisiones de Politáchira de San Cristóbal, su hijo había sido asesinado y entregado como comida a otros reos.

Carlos Herrera, padre del preso en cuestión llamado Juan Carlos, realizó una conferencia de prensa donde señaló que tras un motín que se extendió por cerca de un mes en el centro de reclusión, su hijo fue descuartizado por otros reos y sus restos entregados como comida.



“A mi hijo lo agarraron, entre 40 personas, lo apuñalaron, lo colgaron para que se desangrara, lo bajaron y un conocido preso -desde hace años en prisión- fue quien lo descuartizó para dárselo de comer a todos los detenidos de Politáchira, y al que no lo hizo lo golpearon, le quitaron dedos, le partieron las piernas, le perforaron pulmones y al último que no quería le abrieron la cabeza con un martillo”, denunció Herrera.

El hombre dijo estas palabras junto a dos diputados opositores al gobierno, quienes anunciaron que presentarán una denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y al Ministerio Público, para esclarecer lo ocurrido.



Herrera agregó que fue un reo, que hace poco salió en libertad, quien le contó personalmente sobre lo que había ocurrido con su hijo y que él fue obligado a comerse parte de los restos, consigna Infobae.

El motín en cuestión comenzó a principios de septiembre, cuando un grupo de internos exigía el traslado a otro recinto penitenciario e incluyó la toma de rehenes, entre las que habían 2 guardias y 10 mujeres que estaban haciendo visitas en la cárcel de Táchira.

Según la denuncia de los familiares de la presunta víctima, habría sido Dorancel Vargas quien llevó a cabo los asesinatos al interior del penal, un reo famoso por sus crímenes de canibalismo en Venezuela, quien además habría amenazado a los que rechazaron comerse los restos de los internos muertos.

Dominicanos que intentaban llegar a Europa desde Turquía, encarcelados en Moria (Lesbos). EM

Dominicanos que intentaban llegar a Europa desde Turquía, encarcelados en Moria (Lesbos). EM

La acusación de Herrera también está dirigida contra funcionarios de la prisión, quienes días antes del motín le habían exigido dinero para trasladar a su hijo a una zona más segura del penal.

Además, Herrera también afirmó que su hijo no habría sido el único reo víctima de estos ataques y que habrían más víctimas.