Un motín en una prisión de Venezuela acaba en canibalismo.

captura-de-pantalla-2016-10-18-a-las-15-51-10Dos presos acaban desmembrados, cocinados y comidos en una revuelta que reclamaba mejoras en el trato en prisión.

Lo que comenzó como un motín para reclamar mejoras en la prisión desembocó muy pronto en un crimen espeluznante.

Durante un mes entero, una cárcel de Venezuela situada en San Cristobal, cerca de la frontera colombiana, ha vivido violentas revueltas que han acabado con dos reos asesinados. En medio de la revuelta por culpa del trato y el hacinamiento en esa prisión, los reos se dividieron en dos bandos. Uno de ellos, dirigido por un preso conocido como «el Grillo», ordenó a otro preso descuartizar y comer a dos miembros del bando contrario.

‘El Grillo’, líder de uno de los bandos, ordenó a otro preso descuartizar y comer a dos miembros del bando contrario

El que recibió la orden era el famoso Dorángel Vargas, un detenido conocido como «el Comegente» que en los años 90 asesinó, cocinó y se comió al menos a una docena de personas.

Esta vez las víctimas de Vargas fueron Anthony Correa y Juan Carlos Herrera. Sus propias familias comenzaron a sospechar de su muerte cuando no vieron ni a Correa ni a Herrera entre los presos trasladados a otro centro penitenciario.

Las sospechas se confirmaron cuando un fiscal le dio la noticia a la madre de Correa, Luz Sepúlveda. «Un fiscal salió y me dijo que era muy doloroso lo que tenía que decir: ‘su hijo no aparece, fue uno de los que mataron y se lo comieron'», relata Sepúlveda al periódico Excélsior.

‘El Comegente’ desmembró y se comió a Anthony Correa y a Juan Carlos Herrera. Lo que sobró de sus cuerpos fue servido con arroz al resto de los presos

Según los investigadores, Vargas se comió parte de los cuerpos desmembrados mientras que el líder de su grupo obligó a los del bando contrario a comerse parte de la cabeza de una de las víctimas. A los que se negaron les cortaron algunos dedos.

Lo que sobró de los cuerpos, fue cocinado y servido con arroz a los presos que, según los investigadores, » comieron sin saber» lo que estaban ingiriendo.

Por el momento, las pesquisas han hallado restos de sangre en las celdas y trozos de una clavícula que están siendo analizados para determinar su ADN, informó Playground.

El gobierno venezolano no se ha pronunciado sobre el suceso pero seis policías han sido detenido acusados de ser cómplices del motín caníbal.