El astro filipino Manny Pacquiao reclamó el título de peso welter de la Organización Mundial de Boxe (OMB) por tercera vez en su carrera, al llevarse una decisión unánime en 12 asaltos sobre el mexicano Jesse Vargas anoche en Las Vegas, Nevada (EEUU).
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Con Floyd Mayweather como espectador de lujo en primera fila, el popular “PacMan” se impuso en las tarjetas por 114-113, 118-109 y 118-109, ante un Vargas que fue valiente pero quien no pudo descifrar el juego de manos de su rival.



Pacquiao, de 37 años y quien salió de un retiro de siete meses, le propinó un conteo a Vargas en el segundo asalto.

Manny Pacquiao marcó su retorno al boxeo, ahora como senador de Filipinas, y lo hizo por la puerta grande.



La pelea empezó a buen ritmo con dos peleadores deseosos de complacer a una exigente fanaticada. Para el segundo round ya Pacquiao conectaba sólido a Vargas con un volado de izquierda que lo enviaba a la lona. Cuenta de protección y literalmente la campana salvaba a Jessie.

El filipino rápidamente encontró el ritmo para poner en aprietos al local, que aunque peleaba como dueño de la plaza, debía soportar el grito de “Manny, Manny” que llegaba desde las gradas.

Jessie Vargas fue mas cauto y evitó ir a buscar a Manny Pacquiao.

El púgil azteca, por momentos ponía de manifiesto su mejor alcance y llegaba con un par de golpes francos a la cara del filipino, que lucía una vez más explosivo.

En el sexto round, Jessie parecía encontrar la fórmula para emparejar las acciones y en el octavo un desafiante Manny retaba al intercambio a su rival, en lo que fue una fiesta de golpes que puso al público de pie.

Este fue el mejor momento del mexicano en la pelea.

El cierre del combate dejó nuevamente con ventaja a Pacquiao, que supo redondear su ventaja en las tarjetas y culminó su retorno con un castigo sólido al cuerpo de un exhausto Jessie Vargas.