Santiago de Cuba. El presidente Raúl Castro juró que defenderá la revolución socialista en Cuba ante decenas de miles de personas que gritaban «Fidel, Fidel», en el último acto antes de que las cenizas del líder cubano sean llevadas al cementerio de Santiago.

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«Ante los restos de Fidel (…) juramos defender la patria y el socialismo», declaró emocionado Raúl Castro, de 85 años, en el homenaje a su hermano en la plaza de Santiago, cuna de la revolución cubana, la noche del sábado.

Por pedido de su hermano a quien sucedió en el poder en 2006, cuando cayó enfermo, Raúl Castro anticipó que prohibirá por ley las estatuas o monumentos al histórico líder, o que su nombre sea empleado «para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles».



Seguido en coro por la multitud, el presidente también proclamó la sentencia del héroe independentista cubano Antonio Maceo: «Quien intente apropiarse de Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha».

«!Fidel, Fidel! Hasta la victoria siempre», con esas palabras el mandatario cerró el último acto de masas en memoria de su hermano, quien falleció el 25 de noviembre a los 90 años.

Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, hijos espirituales de la Revolución cubana, asistieron al homenaje junto a los exgobernantes brasileños Lula da Silva y Dilma Rousseff.

– El futuro sin Fidel –

Durante el último homenaje de masas, los cubanos entonaban «Yo soy Fidel» casi en trance religioso.

Niria Rosales, una excombatiente de 77 años que lleva una medalla en el pecho y un brazalete del movimiento rebelde 26 de Julio, fundado por Castro, describe su encuentro con el líder máximo como si fuera un milagro. «Yo estaba en la Sierra con él. Me puso las manos aquí y me puso mi nombre de guerra», señala, tocándose los hombros.

Cubierta por la bandera cubana, la urna con los restos de Fidel cruzó la isla antes de llegar a su destino final, en el sentido inverso a la ruta que siguió el líder de la revolución en 1959.

Los restos del «Comandante en Jefe» serán enterrados en una ceremonia privada el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago, donde yace el héroe de la independencia nacional, José Martí.

Terminarán así nueve días de luto nacional en los que el legado de Fidel Castro despertó tanta pasión como odio.

Sin apartarse del régimen de partido único, Raúl Castro, que dejará el poder en febrero de 2018, lleva a cabo una cauta y lenta apertura al trabajo privado y a la inversión externa.

La muerte de Fidel Castro podría acelerar las reformas en medio de una desaceleración económica y ahora que Estados Unidos también se apresta a iniciar la era de Donald Trump, quien se muestra crítico con el proceso de normalización de relaciones con el pequeño país comunista.

«No es posible saber si las reformas se acelerarán o mantendrán el lento ritmo actual. La lentitud y la escasa profundidad de las reformas adoptadas en Cuba indica que no existe consenso en la dirección cubana respecto a este tema», dijo a la AFP Mauricio de Miranda, profesor cubano de la Universidad Javeriana de Colombia.

– «Fue su idea» –

Enediel Rodríguez, de 50 años, está convencido de que hasta último momento se cumplió la voluntad de Fidel Castro.

«Reposa en Santiago de Cuba porque Martí es nuestro héroe nacional y porque fue su idea reposar a su lado», explica Enediel al tiempo que se ajusta el brazalete del 26 de julio, con fondo rojo y negro, en referencia al movimiento creado por Fidel Castro tras el fracasado asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, en 1953.

El estrepitoso fracaso de esa misión suicida conducida por los hermanos Castro y en la que participaron otros 121 combatientes sin experiencia, fue el acto inicial de la revolución cubana.

La urna con las cenizas de Fidel hizo una parada en la fortaleza este sábado.

Tres años después del asalto, el 30 de noviembre de 1956, el héroe local Frank País dirigía una sublevación armada destinada a respaldar el desembarco en la región del yate Granma, que transportaba desde México a los hermanos Castro y al argentino Ernesto «Che» Guevara.

La insurrección de Frank País fracasó, el dirigente revolucionario fue asesinado por la policía y los pasajeros del Granma huyeron hacia las montañas vecinas de la Sierra Maestra, desde donde lanzaron una guerra de guerrillas que se extendió durante 25 meses.

El 1 de enero de 1959 Fidel anuncia desde Santiago la victoria de la revolución que ahora juró defender su hermano Raúl.

La mayoría de los cubanos fueron incitados a lo largo de esta semana a «jurar» que continuarán el legado socialista de quien moldeó el destino del país y desafió a la superpotencia estadounidense durante medio siglo.

La dispersa disidencia en Cuba evitó manifestarse por temor a represalias.

AFP