La prensa china se abstuvo el lunes de criticar a Donald Trump, pero amenazó a Taiwán con represalias, tras la entrevista telefónica del presidente electo de Estados Unidos con la presidenta taiwanesa, un hecho inédito en 40 años.

Donald Trump



Trump arremetió de nuevo el domingo contra China, acusando al país asiático de devaluar su moneda y de construir un «vasto complejo militar en mar de China del Sur».

A la espera de una reacción oficial a estos comentarios, los medios chinos se mantienen prudentes, como el Global Times, que se contenta con recordar en su página internet que «construir en su territorio forma parte de los atributos de la soberanía».



Los editoriales achacan este lunes a la inexperiencia diplomática del magnate el hecho de que aceptara hablar por teléfono el viernes con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen.

A esta entrevista se le ha acordado «una importancia que no se merece», estima el China Daily, que destaca la «inexperiencia de Trump y de su equipo de transición en materia de relaciones exteriores».

Pekín considera Taiwán como una de sus provincias y se opone a cualquier relación oficial entre sus autoridades y líderes extranjeros, una postura respetada por Estados Unidos desde hace 40 años.

«La cuestión de Taiwán forma parte de los asuntos más sensibles en Asia oriental y si se enfoca mal, podría conducir a una guerra», escribe el Global Times, de posiciones nacionalistas y cercano a la línea del régimen chino.

El diario estima que sería inadecuado criticar a Trump puesto que «sigue siendo presidente electo», pero propone sancionar a Taipéi, haciéndole perder «uno o dos aliados diplomáticos», entre la veintena de Estados que lo apoyan.

AFP