La Biblia, palabra de Dios para los cristianos, es un libro que trata sobre temas muy diversos: el amor, la salud, la justicia, el perdón, el origen de la vida y un largo etcétera.

El libro sagrado de los creyentes cristianos se lee en 563 lenguas, habladas por alrededor de 5,1 miles de millones de personas, según cifras de Sociedades Bíblicas Unidas al 2015.



Aproximadamente 2,400 versículos hablan del dinero o posesiones materiales, manejo de riquezas, destaca el pastor y economista Héctor Salcedo, quien ministra en la Iglesia Bautista Internacional.

“Pero no porque el dinero sea importante en sí mismo, sino por el efecto que el dinero tiene en el alma humana, en el corazón del ser humano”, resalta.



¿Qué dice el libro sagrado de los cristianos sobre cómo manejar el dinero? ¿Qué prohíbe? ¿Qué aconseja? ¿Qué condena?

 Advierte sobre el peligro de amarlo en exceso

La Biblia reconoce que el dinero tiene cierta importancia: es un medio para llevar a cabo los propósitos de la vida, explica el pastor Salcedo. “En el Nuevo Testamento hay más versículos referentes al tema del dinero y al manejo posesiones materiales que del infierno y el cielo”, expresa.

El estudioso aclara que la biblia toca mucho el tema porque el dinero compite con Dios en el corazón de los seres humanos.

Tiene atributos y genera emociones similares a las que Dios genera”, explica. Por ejemplo, si se cuenta con dinero la gente suele sentirse muy segura, poderosa y valiosa para sí misma y los demás.

 “El dinero compite con Dios por la lealtad del ser humano”. Pastor Héctor Salcedo.

El libro sagrado advierte que “el amor al dinero es raíz de toda clase de males; y hay quienes, por codicia, se han desviado de la fe y se han causado terribles sufrimientos” (1 Timoteo 6:10).

Entonces, ¿cómo se debe ver el dinero, según el cristianismo?

“El dinero debe ser visto como medio, instrumento para llevar a cabo el propósito para el cual Dios me puso en este mundo. Desde el punto de vista bíblico, soy un mero administrador de los bienes de Dios. Debo tener el dinero pero no el dinero a mí. Debo poseerlo pero él no a mí”, explica Salcedo.

No condena tener riqueza

Desde el punto de vista bíblico, se rico no es malo, según las interpretaciones que ha hecho Salcedo a la biblia. “El problema no es la acumulación, es mi afecto y mi amor por el dinero, no lo que tengo sino qué yo siento por lo que tengo”, manifiesta.

De hecho, destaca el pastor, “hombres de Dios” mencionados en la Biblia fueron personas muy adineradas: Abraham, Salomón, David, por ejemplo. También, “Jesús estuvo rodeado de gente adinerada que contribuyó con su ministerio, con su obra”, agrega.

Sin embargo, proponerse ser rico en la vida puede ser muy prejudicial y el texto sagrado lo advierte: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales” (1 Timoteo 6:9).

Pero, que quede claro, la biblia no tiene un discurso condenatorio contra el dinero: “Es contra lo que puede producir en el alma humana”, reitera el pastor.

 Incentiva el ahorro y el ser precavidos

“Calcula los gastos”. (Lucas 14:28).

 “¿Quién de ustedes que quiere edificar una torre no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo suficiente para completarla?”(Lucas 14:28).

 “Los planes hechos con cuidado traen prosperidad”. (Proverbios 21:5).

Son diversos los pasajes bíblicos que sugieren ser ahorrativos y precavidos. El texto enseña verdades que aplican también para los que no viven esta fe: el futuro es incierto y hay que estar preparados para lo que pudiera ocurrir.

“Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana”, indica Santiago 4:13-14.

Condena las deudas innecesarias

“Idealmente, Dios no quiere que las personas se endeuden”, expresa Salcedo.

En el libro de Romanos, capítulo 13 y versículo 8, se lee: “No deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse unos a otros; porque el que ama a su semejante ha cumplido la ley”.

Aunque pudiera ser conveniente recomendar a muchas personas cumplir este principio al pie de la letra, la verdad es que la biblia no condena el endeudamiento de manera radical, considera el experto.

“Condena la cultura de préstamos que tenemos hoy en día, de que todo es un préstamo, aun así las cosas que deberían ser financiadas con nuestros ingresos corrientes”, expresa Salcedo.

“¡No vivan siempre deseando tener más y más! No por ser dueños de muchas cosas se vive una vida larga y feliz”. Lucas 12:15.

Por ejemplo, unas vacaciones en un lugar muy exclusivo, un celular de última tecnología o un carro de lujo mejor que el del vecino.

¿Realmente son necesidades? En estos casos, señala el pastor, lo que se está financiando son las debilidades del alma humana: la impaciencia, la avaricia, el orgullo.

Muchos consejos para llevarse bien con el dinero

La biblia tiene muchos más consejos asociados a la administración correcta del dinero. Trata temas como la necesidad de ser responsables en el pago de nuestras deudas (Salmos 37:21), la de cumplir con pagar los impuestos (Romanos 13), la de ayudar a los necesitados (Deuteronomio 15:7), la de ser fuertes en casos de precariedad económica (Filipenses 4:12) y la de evitar las compras compulsivas (Proverbios 21).

El economista y pastor Héctor Salcedo, estudioso del tema de las finanzas personales desde una perspectiva bíblica, cuenta con un curso de “Integridad y sabiduría en las finanzas” que, si es de tu interés, te recomendamos visitar para que profundices más en estos temas.

Fuente: Argentarium.com