Una joven mexicana de 22 años vivió una pesadilla durante dos años, luego de que fuera vendida por unos coyotes a una mujer que la esclavizó con el objetivo de inyectarle esperma de su novio para embarazarla.

Esthela Clark, de 47 años, la mantuvo todo ese tiempo cautiva en la ciudad de Jacksonville, en el estado estadounidense de Florida, luego de pagar cerca de 3.000 dólares a los captores originales de la joven, cuyo nombre no ha sido revelado.



Dicha situación comenzó en 2012. En principio, Clark le prometió 4.000 dólares por prestar su vientre y convertirla en madre, pero luego la forzó a permanecer30 al interior de su apartamento porque “seguramente la iban a matar”.

Según las autoridades, la mujer incluso fue más allá y le hizo creer que gracias a su conocimiento del tarot ella podía enterarse dónde estaba si es que decidía escapar.



De acuerdo al reporte, Clark y su pareja sólo tenían sexo con profilácticos. De esta forma, la mujer procedía a tomar los condones usados de su novio para extraer el semen e inyectárselo a la joven que mantenía cautiva, detalló People.

La victima relató que dicho procedimiento se repetía hasta 4 veces al día durante cerca de 9 meses. Posteriormente, la mujer la comenzó a maltratar de forma física y psicológica, al mismo tiempo que la hizo pasar hambre, ya que creía que su sobrepeso era la razón por la que no se embarazaba.

En la misma línea, Clark forzó a la mujer a tener sexo con dos extraños y obligarla a trabajar reteniendo sus ingresos. Allí fue cuando sus conocidos denunciaron la situación a las autoridades, quienes lograron acusarla en 2015 por traficar y albergar a inmigrantes ilegales, tráfico sexual de menores, labor forzada y apoyo al tráfico de esclavos.

Una serie de acusaciones que el pasado lunes Clark reconoció ante la corte tras declararse culpable y que ahora le podrían valer hasta 20 años de cárcel.