Por Magda Lorenzo de orientacionaldeudor.blogspot.com
Cuando repentinamente un empleado se queda sin trabajo, además de tomar la previsión de reservar un dinerito para el primer, segundo y tercer mes cesante, también deberá tomar en cuenta las deudas que en poco tiempo de ser desatendidas, podrían provocarle un caos a sus futuras pretensiones de optar por un buen trabajo, manteniendo un factor de riesgo bajo, por la atención oportuna a sus deudas.
Sería una estupidez pretender que usted se quede sin un peso ni para elaborar un Curriculum Vitae cuando esté desempleado, por pagárselo todo a sus deudas, pero mayor tontería sin duda sería no cancelar deudas urgentes que tenga, especialmente de tarjetas de crédito, solo por tener dinero en el bolsillo para gastar ,buscando una falsa seguridad que sin dudas va a perder cuando empiece el acoso de los acreedores, el daño indetenible a su historia crediticia y la disminución de sus posibilidades de conseguir un buen trabajo.
Realmente el trío no es tan halagador (deudas-desempleado-sin dinero) más en el caso de los deudores que optan por vaciar sus tarjetas de crédito a sabiendas de que no cuenta con ingresos inmediatos y estables para responder al compromiso y en el peor de los casos cuando se ilusionan con la posibilidad de enconar trabajo de inmediato. Algunos tienen suerte, otros no Se debe ser prudente en lo adelante, empezando por la disminución de las idas al cine, discotecas, cafés y gastos supérfluos, ajustándolos mientras pasa la sequía.
Mantener limpia y planchadita la ropa adecuada (incluyendo los zapatos) para una entrevista laboral, procurando no dar la impresión de que está descascarándose y desesperado por el trabajo y presentar la mejor imagen que se pueda proyectar.
Mientras tanto revise sus aptitudes, cual es su punto fuerte en conocimientos, a lo mejor en frío se le puede ocurrir una idea mejor que emplearse nueva vez y convertirse mejor en cabeza de ratón, en vez de cola de león. Buena suerte y Feliz Navidad aunque esté desempleado.