Las familias de los desaparecidos lo llaman por teléfono y algunos viajan a su pueblo con el fin de examinarlos.Wei los lleva en su barca a la ensenada y les da vuelta a los cadáveres.Posteriormente, les cobra una pequeña cantidad de dinero para que los familiares puedan mirarle la cara.Y luego hasta US$500 si quieren llevarse a casa a su familiar muerto.Leer el resto del contenido