La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tuvo que desechar US$110.000 millones en billetes de 100 dólares por defectos en la impresión de sus nuevos mecanismos para combatir la falsificación, que incluyen una nueva banda de seguridad en tres dimensiones y la imagen de una campana que cambia de color.

El nuevo «Benjamín» es el billete más caro de la historia.



El valor total de los 1.100 millones de billetes representa más del 10% del suministro total de moneda estadounidense en circulación en el planeta, según indicó a la cadena NBC una fuente anónima del gobierno.

El problema obligó a la Fed a desechar esos billetes y a detener la producción de los nuevos, que esperaba poner en circulación en febrero de 2011.