Por Magda Lorenzo de Orientación al Deudor
Cuando usted se decida a servirle de garante o fiador a un amigo o solicitarle a un relacionado que le sirva a usted de garantía, deberá asegurarse si está preparado para solventar esa deuda en caso de que su amigo o relacionado no esté en condición de hacerlo, o afectar una buena amistad en caso de que usted no pueda honrar ese compromiso. Eso tristemente se aplica a padres e hijos, esposa y esposos o parejas, amigos entrañables, socios y relacionados en sentido general.
Las circunstancias cambian y la situación económica de cualesquiera de las partes también.
No creo que sea siempre un acto de mala fe, pero debemos prever cualquier eventualidad que de al traste una buena relación, cuando se entremezcla el dinero con la amistad. Uno puede servirle de garante a una persona que en el momento de hacer la negociación goce de una situación estable, pero si esa situación cambia antes de terminar ese compromiso, probablemente nos veamos obligados a asumirlo, so riesgo de afectar nuestro historial crediticio si no cumplimos o perder nuestros bienes muebles e inmuebles, como consecuencia de la ejecución de un embargo o incautación, también un embargo retentivo a nuestras cuentas bancarias.
En la mayoría de los casos, el deudor no informa a tiempo que su situación ha cambiado negativamente, muchas veces porque piensa que ésta puede mejorar y retomar los pagos o por la pena de tener que notificarle su insolvencia. Por otra parte, el acreedor en la mayoría de los casos tarda mucho en hacer contacto con el fiador y cuando éste es enterado, realmente es porque la situación es inmanejable.
En el mejor de los casos, el amigo puede cumplir, el incumplimiento no ocurre en todos los casos, pero en caso contrario empezará a evadirnos, hasta que finalmente cuando se produce el enfrentamiento, termina dando como resultado la laceración de ese vínculo tan sagrado como lo es la amistad, las fricciones familiares, sumándose a esto, las pérdidas económicas que usted tendrá, sin habérselos bebido ni bailado.
Hay que ser prudentes, no se trata de dejar de ser solidario con un buen amigo, pareja o relacionado, se trata de sopesar entre perder el dinero y el amigo o preservar por el bien de todos, ese privilegio maravilloso que lo es poder disfrutar de un buen amigo por y para siempre. Feliz año 1011 para la familia completa de Ensegunderos.
Imagen de: Dominicanosylatinos.com