Una expresión popular en México para describir una cadena de desgracias es decir que «el demonio anda suelto». La Iglesia Católica parece creer que la frase es oportuna ante el clima de violencia que ha causado la muerte a más de 30.000 personas en los últimos cuatro años.
Para la iglesia, detrás de la ola delictiva existen algunas personas influenciadas por el satanismo. Y para combatirlo la Arquidiócesis de Ciudad de México pretende capacitar más sacerdotes exorcistas que luchen contra «prácticas satánicas» que provocan la violencia.
Su tarea no es acompañar a los policías y soldados que combaten a los carteles de la droga, sino formar grupos de oración para rescatar a los influenciados por el mal, explica el sacerdote Pedro Mendoza Pantoja, coordinador de los exorcistas en la capital mexicana.
«Se le ha facilitado al demonio atacar, se le ha hecho más fácil su trabajo», dijo en conversación con BBC Mundo.
El trabajo de los sacerdotes exorcistas aumentó en los últimos años a tal nivel que la Iglesia mexicana propone tener a por lo menos uno de estos especialistas en cada parroquia importante del país.
Fuente: bbcmundo.com