La Revista Semanal de Variedades “Miralba Muy Personal” trae un programa cargado de emociones, en una edición donde sus protagonistas nos hablan de los grandes retos que han tenido que superar en la vida.
La merenguera Juliana O’Neil, quien padeció cáncer de los 11 a los 16 años, cuenta entre lágrimas que “Dios quiso que viviera y vivo para la música, aún tengo un tumor en uno de mis pulmones, pero está inactivo”.
Mientras que Cherito relata la odisea que vivió y cómo superó la artritis que casi lo deja inválido. “No podía ni exprimir la pasta dental, pero con medicina naturista mi padre desintoxicó mi cuerpo y en ocho meses me libré de la enfermedad, sin recaídas hasta el día de hoy”.
Asimismo otra historia de impacto fue cuando Yelitza Lora confesó públicamente que todo lo que pasó en La Finca entre ella y Vakeró fue real, a pesar de que él lo desmintió en su página de Twitter. “Nadie se inventó nada, lo que el público vio así fue. Ahora ya no quiero perder más tiempo hablando de Vakeró”.
Otras ‘bombazo’ fue cuando el joven comunicador Sergio Carlo admitió que está listo para tener hijos y que tiene muchas ganas de ser papá. Mientras, que Milton Cordero (Lechuga) reconoció que no nació para casarse y que no soporta la idea de compartir siempre sus espacios.
Dentro de las confesiones de la comunicadora Tania Báez está el deseo de hacerse un tatuaje común junto a sus hijas Carla y Stephanie que simbolice el amor que las une, y confesó que su gran sueño era ser modelo “pero no me daba cuenta que era gordita y chiquita”.
En otro segmento, Sabrina Gómez destaca que “la más falsa percepción que se tiene de mí es que ‘soy una loca vieja’ y no es así, soy un ser humano normal, pero no común”. Señaló que aunque se embarazó a los 17 años jamás pensó en abortar, su hijo es su fuerza e impulso en la vida.
Y para finalizar el humorista Kenny Grullón nos habló de las diferencias con su padre, aunque dice no guardar rencor, las mismas que lo han hecho ser muy apegado a sus hijos “no quiero que se sientan igual que yo, que viví y crecí con un padre ausente”.