Varios restaurantes dominicanos que desde sus aperturas en el área de la avenida Dickman del Alto Manhattan, están atrayendo a miles de comensales de la ciudad, New Jersey y otros estados cercanos a Nueva York, están ahora bajo la lupa de vecinos y activistas comunitarios que se quejan por los altos niveles de ruidos que se producen en esos negocios en horas de la madrugada.
Siendo el sector, uno de los más tranquilos de Washington Heights, próximo a las avenidas Seaman, Payson y Broadway, los residentes dicen que por décadas no se han acostumbrado a la situación que enfrentan ahora. Entre los establecimientos citados, según un reporte del tabloide Daily News, están Mamajuana Café, Sushi Restaurante Mama, Solé, Papasito Mexican Grill y Agave Bar.
Los establecimientos han tenido gran éxito, atrayendo cientos de clientes, especialmente jóvenes que se desplazan desde las áreas citadas.
«Ese es el problema», dicen vecinos y activistas, quienes amenazan con someter quejas en la Junta Comunal #12 contra los restaurantes.
Una de las residentes en el área, Majorie Clarke que lleva 31 años viviendo en el sector y sostiene que el «boom» también está afectando a los moradores con los altos ruidos, carreras de motos y decenas de automóviles, convirtiendo en una «locura» por las noches y las madrugadas al vecindario.
«Muchos de los vehículos tienen bocinas potentes instaladas y sostuvo que eso, está fuera de la ley», dijo.
Recordó el caso del restaurante «La Marina» que estaba en la ribera del río Hudson y que fue cerrado en el 2007, cuando sus propietarios fueron arrestados y acusados de narcotráfico. Explicó que allí, también los ruidos eran ensordecedores, aunque básicamente el negocio se limitaba a presentar grandes espectáculos una o dos veces a la semana.
Fuente:DiarioLibre.com