Nada se consigue con lograr que un deudor agobiado por un montón de deudas , firme un acuerdo de pago insustentable, es decir difícil de mantener y cumplir , porque las cuotas no se ajustan a su presupuesto y para poder pagar tiene que poner en peligro lo básico para sobrevivir, como no dejar lo de los muchachos y la mujer en la casa y descuidar otros compromisos que son impostergables, como el colmado que le fía, lo que se come en el trabajo y su pasaje para trabajar.
Es cierto que muchos deudores se meten en camisas de once varas a sabiendas de que no cumplirán y después que se ven en dificultad, no le hacen frente a su responsabilidad.
Lo razonable es, no darle vueltas ( si no puede cancelar en pronto pago) hacerle un acuerdo razonable y prudente que garantice la puntualidad en los pagos posteriores, sin descuidar lo antes mencionado, porque de no ser así, probablemente ese ciudadano busque prestado al 20 o al 40%( si encuentra quién) y pague la primera cuota, pero será un deudor que para la segunda cuota ya no aparecerá más y dejará el blanco, porque la presión de la mujer, quien le fía y no tener ni con que irse a trabajar prevalecerá, además del prestamista que le prestó para resolver lo anterior .
Es como vestir un Santo desvistiendo otro. Es mejor que se le ponga cuotas manejables, que no altere su presupuesto, que la pague contento porque no le hace un hoyo, ni lo obliga a descuidar sus gastos básicos.
Este deudor podrá llegar a feliz término en su acuerdo y el acreedor habrá logrado la recuperación total de la cuenta, cosa que no sería posible, si se obliga a pagar más de lo que puede soportar su ya maltrecho presupuesto. Casi siempre los acuerdos que se incumplen y se caen, sobrepasan la capacidad de endeudamiento del deudor. Un buen acuerdo de pago es aquél que se cumple sin Stress ni ansiedad, permitiendo que se pueda honrar, sin descuidar otros compromisos previos pautados.
Hay acreedores que le ponen a pagar $5,000 mensuales y el deudor gana $10,000. Ahora, si con todas esas facilidades falla, será su responsabilidad y consecuencia. Es mejor un mal arreglo que un buen pleito. Así finalmente ganan todos.
Por Madga Lorenzo