Washington.- La Luna brindará mañana un impresionante espectáculo a su planeta, la Tierra, desde donde podrá verse más grande y más brillante de lo habitual, al encontrarse en su posición más cercana en 18 años.



Este fenómeno único se conoce como “superluna” y se da cuando este acercamiento coincide, como ocurrirá hoy, con la fase de luna llena.

Panoramadiario.com informa que El astro estará entonces en su perigeo, el punto más próximo de su órbita a la Tierra, y por primera vez desde 1993 se darán ambos factores, algo que ha entusiasmado a astrónomos y aficionados que preparan sus telescopios para disfrutar del espectáculo.



Si el tiempo lo permite, en el momento más álgido del proceso la Luna aparecerá un 30 por ciento más brillante y un 14 por ciento mayor de lo normal.

Sin embargo, parte de la espectacularidad de este fenómeno radica en un efecto óptico, ya que en realidad el astro “sólo” se aproxima a la Tierra, según la NASA, 26,323 kilómetros, pero gracias a ello la luna se ve como a través de una gran lupa.

El mejor momento para observar esta fantástica escena es cuando está cerca del horizonte, ya que se produce la famosa “ilusión lunar” y el satélite parece enorme al cernirse sobre árboles y edificios.

El encuentro se producirá a las 19.00 GMT del sábado, cuando la Tierra y su satélite estén exactamente a 356,575 kilómetros. Sólo 50 minutos más tarde la Luna entrará en fase de llena amplificando el efecto de aproximación.

La “superluna” suele asociarse erróneamente con catástrofes naturales, de manera que en internet circulan ya rocambolescas teorías sobre su influencia en el terremoto que sacudió Japón hace una semana.

Ante la avalancha de dudas sobre el espectáculo lunar de mañana, astrónomos de todo el mundo se esfuerzan por aclarar que la posición del satélite en su perigeo no tiene nada que ver con el seísmo, ni tendrá más consecuencias que eventuales enamoramientos, fotografías inigualables y edulcoradas poesías.

Si bien es cierto que este fenómeno traerá grandes mareas, éstas no representan una amenaza, según los astrónomos.