Los especialistas aseguran que la detección de esta enfermedad en un estadio inicial es la clave para no sólo evitar su desarrollo sino para alcanzar la cura definitiva. Un experto recordó la importancia de la mamografía anual a partir de los 40 años, El fallecimiento de la conductora Patricia Miccio, una de las caras principales de la lucha contra el cáncer de mama en el país, trajo de nuevo al tapete la importancia de la detección temprana de la enfermedad a la hora de garantizar la cura.
Para los especialistas, es importante que la mujer tenga en cuenta la necesidad de controles periódicos, que incluyen tanto la visita anual al médico ginecólogo como el autoexamen mamario, a la hora de pensar en un tratamiento exitoso del tumor de mama.
“En este momento, lo que se recomienda aquí y en todo el mundo es que una mujer sin antecedentes familiares directos de cáncer de mama recién a los 40 años comience a hacer su mamografía. Tiene que hacerse una por año“, explicó Roberto Testa (MN 45.023), ginecólogo del Hospital Italiano, en declaraciones televisivas.
Según indicó, esto “tiene que estar acompañado, mucho antes, de exámenes clínicos: hablamos de que vea a su ginecólogo periódicamente, que el ginecólogo le haga el examen mamario y le enseñe a hacer el autoexamen. Y esto empieza mucho antes de los 40“.
En los casos en los que la mujer cuente con antecedentes familiares directos de cáncer de mama (es decir, en madre, hermana, hija, tía), el consejo es someterse a una mamografía sistemática “a los 30 años”, aunque “no más de una vez por año”, aclaró Testa.
Si bien no todos los tumores son iguales, “en general tienen un crecimiento lento”, dijo el experto, por lo que es vital la consulta precoz. “Si hacemos ese control anualmente, la chance de encontrar tumores iniciales es muy elevada. Va a ser excepcional que una mujer tenga un tumor agresivo en un lapso tan breve”, agregó.
En el caso de que la mujer tome por hábito el autoexamen mamario, es necesario que esté atenta a “cambios en la superficie de la mama”. También si “empieza a tocar algo en la profundidad de la misma o en casos más avanzados empieza a aparecer dolor y otros síntomas” se recomienda la consulta inmediata, indicó el ginecólogo.
Gracias a los avances de la tecnología, en la actualidad pacientes con tumores de mama menores a 2 centímetros con axila negativa “tienen una chance del 90% de curarse”, añadió Testa.
“Esto significa que cada 10 pacientes con estas características, 9 curan durante toda su vida. La enfermedad desaparece, dan vuelta la página, y ese es el gran premio”, finalizó el experto.
Fuente: saludable.infobae.com