Carlos Delgado soñaba con ser el primer puertorriqueño de 500 cuadrangulares en las Grandes Ligas y se propuso lograrlo aún a costa del sufrimiento físico. Sin embargo, las lesiones ganaron la batalla y Delgado tuvo que renunciar a sus aspiraciones.
Acompañado por su esposa Betsy y sus hijos Carlos Antonio y Mariana, el toletero de Aguadilla anunció el miércoles su retiro como jugador activo durante una conferencia de prensa en San Juan.
«Ante ustedes, amigos, amistades y familia, anuncio que tomé la decisión de retirarme del béisbol», dijo Delgado ante una sala atestada de personas.
«Siempre dije que trataría de regresar hasta que el cuerpo no aguantara más. El cuerpo no aguantó más», dijo. «Llevo dos años entrenando y recientemente traté por enésima vez de incrementar la rutina de trabajo, pero el swing no estaba ahí para competir al nivel que quiero», agregó.
Delgado, de 38 años, fue uno de los mejores toleteros de su generación. Bateó .280 con 483 jonrones, 483 dobles, 1,512 empujadas y 1,241 anotadas en 17 temporadas con Toronto, Florida y Mets de Nueva York. Firmó con Boston en el 2009, pero las lesiones lo limitaron a cinco partidos en las ligas menores.
«El tiempo que estuve jugando me lo disfruté en grande», dijo. «No hay excusas, no me quejo. Cuando firmé para jugar pelota profesional sabía que mi cuerpo iba a sufrir», dijo Delgado, quien fue operado tres veces en 18 meses, incluyendo en dos ocasiones– mayo del 2009 y febrero del 2010– de la cadera.
Delgado fue invitado dos veces al Juego de Estrellas, obtuvo tres Bates de Plata y en el 2000 fue reconocido con el Premio Hank Aaron por tener los mejores números ofensivos de la temporada. Ese año bateó .344 con 41 jonrones, 57 dobles, 137 impulsadas y 115 anotadas y quedó cuarto en la carrera por el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
En 11 ocasiones pegó 30 o más jonrones y nueve veces empujó más de 100 carreras. Posee los récords individuales de la franquicia de Toronto en anotadas (889), dobles (343), jonrones (336), impulsadas (1,058), bases por bolas (827) y ponches (1,242).
Entre los puertorriqueños que han militado en las ligas mayores, Delgado es líder de jonrones y empujadas.
Entonces un catcher en desarrollo, Delgado fue miembro del histórico «Dream Team» de Puerto Rico que ganó de forma invicta la Serie del Caribe de 1995 en el estadio Hiram Bithorn de San Juan. También formó parte del equipo boricua en las primeras dos ediciones del Clásico Mundial de Béisbol, en 2006 y 2009.
«Siempre he llevado la bandera de Puerto Rico en mi corazón, he respetado el juego y he tratado de hacer las cosas de la manera correcta. Me puedo mirar al espejo y decirme ´hice lo que pude´», dijo.
«Quiero agradecer a mi gente por el apoyo a través de los años, ustedes fueron parte de mi carrera. Por eso esta conferencia se hizo aquí, entre mi gente, delante de mis amigos», dijo.
Delgado devengó alrededor de $150 millones de dólares en salarios durante su carrera y una buena parte de ese dinero lo devolvió a la comunidad, tanto en Puerto Rico como Estados Unidos, através de la «Fundación Extra Bases». Por su gran labor en beneficio de los menos privilegiados, especialmente niños, la oficina del comisionado de Grandes Ligas otorgó a Delgado el Premio Roberto Clemente en el 2006.
«Se cerró este capítulo, pero el libro sigue. Quiero seguir trabajando con mi fundación y gestionar cosas para el béisbol. Todo empieza y tiene su final, hay muchas otras cosas que quiero hacer», dijo Delgado.
Fuente:Espn.com