Fue una catástrofe que pareció acabar con la forma de vida de sus habitantes. Una plataforma petrolera estalló en la oscuridad y sumió en el caos durante meses a la costa estadounidense del Golfo de México.
Un año después de que comenzó el peor derrame petrolero en la historia de Estados Unidos, varias ceremonias solemnes lo conmemorarán el miércoles y tratarán de llamar la atención sobre una recuperación delicada que apenas comienza a tomar forma. Ocasionalmente, el petróleo sigue llegando a las playas en forma de burbujas de alquitrán, y los pescadores enfrentan un futuro incierto.
Pero los embotellamientos de tránsito en los angostos caminos costeros de Alabama, los atestados restaurantes de mariscos en Florida y las familias que vacacionan a lo largo de la costa de Luisiana atestiguan el hecho de que las vida habitual está de vuelta, aunque lentamente.
«Solíamos quejarnos por ello», dijo Ike Williams, refiriéndose al intenso tránsito que se dirigía al mar en Gulf Shores, Alabama, donde alquila sillas y sombrillas a los turistas. «Pero esta vez fue algo que vimos con enorme beneplácito».
Preguntas sin respuestas
Aunque la vida está volviendo a la normalidad, quedan muchas preguntas por responder: ¿Se recuperará el sector pesquero? ¿El medio ambiente quedará como estaba antes? ¿El público hambriento de petróleo llegará a aceptar más perforaciones en aguas profundas?
«Pareciera como si todo hubiera pasado ya», dijo Tyler Priest, historiador del petróleo en la Universidad de Houston. «La gente ha puesto su atención en otras cosas. Pero se desenvolverá de la misma forma que lo hizo (el desastre en Alaska del buque tanque) Exxon Valdez. Habrá litigios durante 20 años».
El gobierno federal reabrió el martes la última de las regiones marinas cerradas el año pasado tras el gigantesco derrame, que abarcó aproximadamente 2,693 kilómetros cuadrados (1.040 millas cuadradas) alrededor de la plataforma Deepwater Horizon. Y nuevas revelaciones en los correos electrónicos que un ingeniero de British Petroleum intercambió con su esposa arrojaron más luz sobre los traspiés cometidos en la desaparecida plataforma antes de que ésta explotara.
Pago de indemnizaciones
En los meses transcurridos desde la detonación el 20 de abril del 2010, un administrador ha entregado indemnizaciones por $3,800 millones de un fondo de $20 mil millones establecido por BP para atender reclamos. La cifra de trabajadores dedicados a limpiar el mar y las costas pasó de 48 mil en el momento más álgido del derrame a 2 mil en la actualidad.
La mayoría de los científicos están de acuerdo en que los efectos «no fueron tan graves como muchos pronosticaron», dijo Christopher D’Elia, decano en la Facultad de la Costa y el Medio Ambiente en la Universidad Estatal de Luisiana. «La gente había dicho que éste era un apocalipsis ecológico, y eso no ocurrió».
Sin embargo, los biólogos están preocupados por el impacto a largo plazo del derrame sobre la vida marina.
«Hay efectos en cadena», dijo D’Elia. «Podría ser la acumulación de toxinas en la cadena alimenticia, o cambios en la red trófica. Algunas especies podrían ser dominantes».
Promesa de restauración
El presidente estadounidense Barack Obama prometió el miércoles hacer «lo que sea necesario» para restaurar la costa del Golfo de México, a un año de la marea negra causada por la petrolera BP.
«Los acontecimientos que se desataron en 20 de abril de 2010 y el subsiguiente derrame de crudo subrayan el delicado vínculo entre la salud medioambiental y económica del Golfo de México», señaló Obama en un comunicado.
«Mi gobierno está comprometido para hacer lo que sea necesario para proteger y restaurar la costa del Golfo», agregó.
Daños cuantiosos
Un año atrás, una explosión destruyó la plataforma Deepwater Horizon, explotada por la británica BP, que causó la muerte de 11 personas, y derramó unos cinco millones de barriles de crudo en las aguas del Golfo de México.
El crudo se filtró al mar durante tres meses antes que que el pozo dañado pudiera ser sellado, y el derrame tuvo un efecto devastador en los residentes de la costa del Golfo, en el ecosistema y en las vitales industrias del turismo y la pesca.
Obama prometió «responsabilizar totalmente a BP y a otras partes responsables por el daño hecho y las dolorosas pérdidas causadas.»
Pero sus comentarios pusieron énfasis en los continuos esfuerzos de recuperación, al señalar que aún se realizan tareas de limpieza.
Explicaciones oficiales
«Desde el principio, mi gobierno utilizó todos los recursos disponibles para resistir y brindar la mayor respuesta a un derrame de petróleo en la historia de nuestra nación», agregó Obama enel comunicado.
«En el punto más alto de la respuesta, aproximadamente 48.000 hombres y mujeres trabajaron incansablemente para mitigar los peores impactos del derrame. Pese que se han logrado avances significativos, el trabajo no está terminado», indicó.
Peor que el Exxon Valdés
La marea negra fue 19 veces más grande que la causada en 1989 por Exxon Valdez, y es solo superada por un derrame ocurrido en 1910 en California y las filtraciones deliberadas realizadas por las tropas iraquíes en la Guerra del Golfo de 1991.
BP tuvo pérdidas relacionadas con el derrame por $40,900 millones en 2010, incluyendo $13,600 millones para la respuesta inicial al desastre.
Asimismo, estableció un fondo de $20 mil millones para cubrir los reclamos por indemnizaciones de pescadores y otros afectados por el derrame, aunque en su informe anual BP dijo que no puede estimar lo que a la postre deberá pagar por ese concepto.
La petrolera británica también enfrenta el pago de multas dispuestas por el gobierno estadounidense, y será responsable de reparar el daño ambiental.
Fuente:Univision.com