Los celos por una mujer fueron el móvil por el cual un hombre asesinó a otros tres, dejando a la olvidada comunidad de Boyá, en Monte Plata, enfurecida, buscando con machetes, puñales y bates al homicida de “tres buenas personas”.
Decenas de hombres armados y trasnochados buscaban ayer por todos los montes de la comunidad a Juan Manuel Martínez, el asesino.
El problema empezó con una discusión entre Manuel Leiva (occiso) y Martínez dentro del Café Bar Jennifer, y todo porque la víctima se había acercado a hablar con su amante, quien trabajaba en ese lugar, que según los moradores es un “prostíbulo”.
Cuando el homicida se dio cuenta de la conversación amorosa que tenían ambos se enojó, porque también él sostenía un idilio con la misma “deseada mujer”.
El homicida se acercó a Leiva y la mujer de ambos, y luego de sostener una acalorada discusión, Martínez sacó de repente un arma de fuego y le disparó a quemarropa a su víctima.
Pero su estado de furia, porque se había dado cuenta del engaño de su amada, era tan grande que salió como un ‘loco’ lanzando tiros dentro y fuera del establecimiento, y justamente en frente del bar se encontraban, comprando frituras, Wilson Ariel Leiva, de 19 años, sobrino del primer muerto, y Sabino Marte Báez, de 62, quienes fueron víctimas de los celos y el desengaño del asesino.
“Ay mi hijo tan bueno, se murió siendo inocente. Él quería estudiar para ayudarme, él estaba contento anoche, pero me lo mataron”, decía la madre de Wilson Ariel, Isabel Leiva.
Con rostro acongojado la mujer narró como el día anterior a su muerte Ariel jugaba con ella de una manera divertida, escondiéndose en la cocina de su humilde casa para luego salir y “asustarme”.
El diario El Día informa que el asesino de los tres hombres está prófugo, pero su hermana, Minerva, propietaria del negocio donde ocurrió el hecho, fue apresada para investigarla.