Autoridades sanitarias y municipales de República Dominicana comenzaron a desmantelar puestos de comida callejera y a instalar baños públicos para tratar de detener la propagación del cólera, cuya expansión avanza en los barrios marginales.
«Pretender radicar en su totalidad los puestos de comida (ambulantes) es imposible, pero sí podemos imponer reglas de higiene», comentó el miércoles a la agencia de noticias AP el vocero del ayuntamiento de la capital, José Miguel Carrión.