Médicos brasileños dijeron que un anciano que recibió un disparo en el rostro está vivo sólo porque su dentadura evitó que la bala llegara al cerebro.
Zacarías Pacheco de Moraes fue baleado por un desconocido mientras trabajaba en el bar de su propiedad en una pequeña ciudad del oeste de Brasil, pero la dentadura desvió la bala hacia la garganta en lugar del cerebro, dijeron los médicos.
El funcionario hospitalario José Marcos da Silva le dijo al cibersitio G1, de Globo TV, que el proyectil sigue alojado en el cuello de Moraes y que no será retirado de inmediato porque la cirugía pondría en riesgo la vida del hombre, de 81 años de edad.