Pese a todos los programas de adelgazamiento que se transmiten por la televisión estadounidense en estos días, a los kilogramos perdidos por los competidores y a los productos para bajar de peso comprados por los televidentes, Estados Unidos sigue engordando.
Al menos 10 programas televisivos de pérdida de peso están en el aire en estos días. En el más popular de ellos, «The Biggest Loser», los tres finalistas de esta temporada perdieron un total combinado de 165,5 kilogramos (365 libras). Pero el resto de nosotros estamos engordando cada vez más, y las tasas de obesidad en Estados Unidos son las más altas entre los países industrializados. De hecho, hay más personas obesas ahora que cuando el programa se estrenó en el 2004.
¿Por qué estos programas no están ayudando en la batalla contra la obesidad?
JD Roth, productor ejecutivo de otro de esos programas, «Extreme Makeover: Weight Loss Edition», piensa que sí lo hacen.
«El primer paso para cambiar un problema sistémico en la sociedad es la conciencia pública, y creo que la conciencia sobre el problema del peso está en su punto más elevado», dice el productor de 43 años, quien también es el productor de «Biggest Loser».
El doctor Terry Schaack, director médico del Instituto de Salud y Longevidad de California, donde los participantes de «Extreme Makeover: Weight Loss» realizan entrenamientos introductorios, dice que puede haber una larga demora entre conciencia y acción.
«Uno no va a ver nada reflejado en cifras nacionales por probablemente ocho o 10 años después de que ocurre una coyuntura», dice. «La Dirección Nacional de Salud Pública le dijo al público que dejase de fumar, me parece que en 1967. Un montón de personas dejó de fumar y la incidencia de problemas cardíacos se redujo 15 o 20 años más tarde. Se requiere esa cantidad de tiempo».
Mientras tanto, además de «The Biggest Loser» y «Extreme Makeover: Weight Loss», una amplia gama de programas similares deberían ofrecer mucha inspiración a los estadounidenses que tratan de bajar de peso.
Pero al tiempo que aumenta la cantidad de esos programas, también lo hace la dimensión de las cinturas del país. Más de 72 millones de estadounidenses están considerados obesos y millones más tienen exceso de peso.
No obstante, la industria de salud y ejercicios continúa prosperando: Suplementos Dietéticos generan 26.900 millones de dólares anualmente, los gimnasios generan 24.800 millones y los centros para pérdida de peso 3.900 millones… y todo indica que seguirán creciendo. Pero observadores de la industria dicen que eso no tiene nada que ver con los programas televisivos.
«Los programas de peso no marcan la tendencia, sino más bien aprovechan el éxito de la industria», dice Taylor Hamilton, analista para IBIS World. Hamilton atribuye el crecimiento en sucursales de gimnasios a un incremento general del énfasis en la salud en el país.
Shaack y la dietista Paulette Lambert, que aparece en «Extreme Makeover: Weight Loss Edition», dicen que les gustaría que esos programas tuviesen más «momentos de enseñanza» para los televidentes. El formato de «Makeover» se presta a esos momentos, toda vez que, dicen, no es una competencia, como «Biggest Loser».
El cirujano bariátrico Ted Khalili, fundador del Centro Khalili en Beverly Hills, que se especializa en cirugía para tratar la obesidad extrema, dice que aunque muchos de sus pacientes son fanáticos de esos programas televisivos, él no lo es.
«La obesidad es una epidemia y esos programas le trivializan», dice, y subraya que las dietas y los planes de ejercicios son a menudo extremos e insostenibles. Pero admite que los pacientes pueden seguir algunos consejos dietéticos y de ejercicios de esos programas.