Las torrenciales lluvias que azotan Haití y República Dominicana dejaron el martes al menos 10 muertos y más de 4.000 personas evacuadas en la isla norcaribeña, dijeron autoridades.
En Haití, las lluvias inundaron ciudades de chabolas y empobrecidos campamentos de refugiados levantados tras el terremoto de enero de 2010, dejando un saldo hasta el momento de 10 muertos, según funcionarios de Protección Civil de ese país.
Las peores tormentas que han golpeado en lo que va de año a Haití -al comienzo de la temporada de huracanes- paralizaron la capital, Puerto Príncipe, donde ocurrieron las muertes, dijo a AFP Yolaine Surena, de la Agencia de Protección Civil haitiana.
Fuertes tormentas eléctricas cayeron sobre varias islas del norte del Caribe la madrugada del martes, pero con pocas posibilidades de convertirse en huracanes por la baja presión en una amplia zona, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense.
Sin embargo, las persistentes lluvias de varios días provocaron un aumento en los cauces de los ríos, y el NHC advirtió que las precipitaciones «podrían causar inundaciones repentinas y deslaves en zonas de Haití, República Dominicana, Jamaica y Cuba».
El recién elegido presidente haitiano, Michel Martelly, se dirigió hacia uno de los barrios más pobres de la ciudad, Cite Soleil, que según las autoridades estaba completamente inundado por las lluvias. «Estuve en las calles durante las lluvias, y llegué a casa, me puse las botas y estoy de vuelta en las calles para evaluar la situación», dijo Martelly en declaraciones difundidas en la televisión nacional. «Trato de ayudar ahora y distribuir algunos alimentos.
Espero que la gente busque refugio», añadió Martelly, quien entregó los suministros acompañado de miembros del nuevo gabinete.
Las lluvias llevaron a Puerto Príncipe a un punto muerto, con ríos de agua corriendo por las calles y automóviles atascados en largas filas, algunos abandonados por sus dueños.
En República Dominicana, que comparte la isla La Hispañola con Haití, más de 4.000 personas fueron evacuadas en los últimos días y las autoridades establecieron la alerta máxima en varias zonas -la capital entre ellas- debido a las graves inundaciones, informó el lunes el Centro de Operaciones de Emergencia (COE).
Las lluvias causaron serios daños materiales: 881 viviendas resultaron afectadas, la mayoría de ellas inundadas; varios puentes sufrieron daños, y en la provincia de Monte Plata, al sur del país, hay más de 400 familias aisladas por la crecida del río Ozama.
Hasta el momento no se tiene información oficial sobre posibles fallecidos. Sin embargo, en las últimas horas las torrenciales lluvias colapsaron varias zonas de Santo Domingo y provocaron imágenes de caos en sus calles.
En Jamaica, el servicio meteorológico nacional emitió advertencias de inundaciones repentinas en las zonas bajas, partes de la capital, Kingston, y ciudades de los alrededores.
Pero Haití tenía el mayor riesgo de devastación debido a la deteriorada infraestructura y los precarios refugios donde viven decenas de miles de personas damnificadas tras el catastrófico terremoto de enero de 2010.
Las autoridades advirtieron sobre el peligro de deslaves, que podrían llevarse campos enteros de refugiados asentados precariamente en las pendientes sin árboles en la periferia de la capital y en otras ciudades. Funcionarios sanitarios haitianos temen también un aumento de los muertos por un rebrote del cólera que estalló el pasado octubre.
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) dominicana previó que las lluvias continuarán hasta el jueves, con especial intensidad en la zona fronteriza con Haití, la cordillera central y el valle del Cibao (norte).
Fuente:Hoy.com.do