Este es el riesgo que enfrentan a diario los estudiantes de Las Cañitas en Padres de las Casas para poder asistir a una escuela.



Sorteando escollos, llegando incluso, a desafiar las aguas embravecidas de este caudaloso rio del Sur agreste y olvidado, estos infantes en su afán de asistir a la búsqueda de la enseñanza, amen de la pobreza de esta, donde sus docentes con exigua formación académica, donde lo único que han logrado es arropar de enseres, en su mayoría innecesarios, su angosto inmueble, empero, no asi su cerebro. Mientras los directivos de la entelequia que aglutina a los profesores, ADP, salen todos millonarios, desde Olimpia hasta el hoy presidente del organismo, el ejercicio del magisterio en el país ha demostrado la deficiencia y ridícula plataforma para el desempeño en aulas, quedando entre las naciones de peor estadística en materia de enseñanza.

No obstante, observamos los reclamos por un ocho por ciento para seguir los aventajados del cuerpo docente adelgazando sus penurias económicas, sin importar la ya escatológica pobreza de miles de niños, adolescentes y jóvenes, que buscaran en la delincuencia su norte de vida, dado que eso es lo que a diario se pone en evidencia como resultado de la pútrida acciones de quienes están llamados a dirigirnos.



Por Reynaldo Hernández Rosa