La lambonería en territorio dominicano hacia los extranjeros me tiene “Jarto” con J y no con H. Todo el sucio que no encuentra puesto en el mundo es recibido en nuestro país como la última botella de agua en el desierto. Lo peor de todo es que cualquier boca sucia hace en el país lo que le da la gana y no pasa nada porque es de fuera.



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