Ségún sus dirigentes, la agrupación busca «concientizar de los riesgos económicos y psicológicos» del uso del programa de presentaciones de Microsoft. Aspiran a convertirse en la «cuarta fuerza política» del país.
Según puede leerse en la página oficial de la flamante agrupación política, el Anti-PowerPoint Party (APPP) se considera el «abogado de unos 250 millones de ciudadanos de todo el mundo, quienes, cada mes, están obligados a estar presentes en las aburridas presentaciones de las compañías, y quienes no habían tenido representación política hasta el momento».
Según sus estimaciones, el uso de presentaciones en PowerPoint produce pérdida de 1.780 millones de euros a nivel nacional, mientras que a nivel europeo estas llegan a los 110.000 millones de euros. Los cálculos devienen de considerar el tiempo «productivo» que se pierde durante estas presentaciones.
El objetivo de la APPPno es eliminar PowerPoint sino solo restringir su uso y “que las personas que quieran rechazar el PowerPoint, no tengan que justificar su decisión en futuro”.