Al contrario de lo que muchas mujeres podrían querer, Donna Simpson quiere subir de peso y su meta son las 1,000 libras.



Esta norteamericana, quien se hizo famosa el año pasado por convertirse en la récord Guinness de la mujer más gorda que ha dado a luz -ya que requirió un equipo de 30 médicos para efectuar la cesárea de alto riesgo que significó el nacimiento de su hija Jacqueline, hace 4 años- ha vuelto a salir en los medios internacionales por sus últimas declaraciones no menos curiosas: hoy, quien la ayuda a alcanzar su objetivo en libras es nada menos que su pequeña hija, según revela el Daily Mail.

Ya el año pasado, Simpson comentó sobre su estilo de vida, en el que gasta $750 semanales en comida y luchando con tareas básicas como ducharse y cocinar, algo que se agravó con su diabetes tipo 2. En esa ocasión, también explicó por qué decidió convertirse en la mujer más gorda del mundo: tras vivir desde siempre peleando por perder libras y recibir las burlas de su entorno, y luego de que un amigo falleciera por complicaciones derivadas de un “bypass” gástrico, ella se despidió de las dietas y comenzó a comer a gusto.



En ese entonces, ganaba dinero gracias al sitio web SuperSizedBombShells, donde sus admiradores pagaban por ver videos de ella mientras comía. Paralelamente, ella comentaba feliz su relación con su prometido, Philippe Gouamba, padre de Jacqueline, y el mismo que aseguraba aceptar a Donna tal cual era, e incluso la apoyaba en su afán por ganar peso.

Pero hoy, terminada su relación con quien se había convertido en su alimentador y brazo derecho, Simpson ha delegado en la hija de ambos la responsabilidad de ayudarla en la tarea de comer más de 15 mil calorías diarias. “Ella me ayuda a cocinar y viene conmigo de compras. Yo voy en una scooter por la tienda y ella se va para conseguir mi comida preferida (…) Cualquier persona que diga que soy un mal ejemplo debería cerrar la boca. No saben lo mucho que la amo”, declaró Donna a la revista inglesa Closer.

A diferencia de Donna, Jacqueline parece comer de forma saludable. “Le encantan los deportes y las ensaladas”, aseguró la madre, quien agregó que cuando la pequeña no ha estado cerca para alimentarla, simplemente se da por vencida -en ese momento- de seguir con su lucha por ganar libras.

Con todo, Simpson asegura que está en búsqueda de un nuevo “alimentador” para quitarle presión a su hija. Y en ausencia de Gouamba, ella espera a un hombre delgado y guapo. “Al menos 10 años más joven que yo”, comentó.

Fuente:elnuevodia