En un centro educativo para sectores de ingresos promedios, equipar a un niño con los útiles necesarios para iniciar un nuevo año escolar puede costar entre 15 y 23 mil pesos, lo que para muchos representa una pesada e insostenible carga económica. Cada año lectivo, los padres reciben en sus hogares un listado de los instrumentos de trabajo que sus hijos requieren para cursar los niveles básicos, intermedios y del bachillerato. Estas exigencias van desde el tipo de uniformes, libros de texto y utensilios que serán utilizados en el nivel que corresponda.

Desde primero hasta octavo, por ejemplo, se utilizan cuatro libros adecuados a las asignaturas de Lengua Española, Matemáticas, Ciencias Sociales y Naturales. Cada uno tiene un costo de mercado de 785 pesos, un precio que, según la editora, puede presentar una diferencia de entre 15 y 30 pesos.



Lo anterior significa que solamente esos cuatro libros básicos cuestan 3,140 pesos. Si es para el bachillerato, estos mismos libros adquieren un precio de 880 pesos, que multiplicados por cuatro serían entonces 3,520 pesos. Esto sin contar otros materiales didácticos, como diccionarios y enciclopedias, que se adicionan al programa educativo definido por las autoridades.

Es decir, que en total la compra de libros puede llegar hasta los 5 mil o 6 mil pesos por alumno. Sin embargo, hay librerías que para acomodar el bolsillo de los padres intercambian libros viejos por nuevos, con la condición de que paguen la diferencia respecto al costo total de la obra que deseen llevar.



Antonio Fersobe, propietario de la Librería Fersobe, asegura que los libros que este año se venden a 785 pesos, en el 2010 se ofrecían a 740 pesos. Este vendedor de libros, uno de los más antiguos de la capital, resalta que en su caso particular si un cliente desea cambiar textos viejos por nuevos le aplica un descuento de un 5%. “Y si el cambio es por un libro usado, le doy otro igual casi por el mismo precio, pero en mejores condiciones”, explica don Antonio.

Fuente: Elcaribe.com.do