El gobierno de EE.UU. revisará su política de deportaciones en los aproximadamente 300 mil casos de inmigrantes ilegales que se encuentran en compás de espera para su proceso de expulsión del país. Asimismo, se proveerá un tratamiento diferenciado para aquellos casos que no presenten antecedentes penales, según manifestaron funcionarios del Departamento de Justicia.

«La idea es asegurarnos que estamos empleando mejor nuestros recursos ahí donde hay un fuerte impacto. En particular, concentrarnos en aquellas personas que fueron condenadas en este país, básicamente con el fin de no saturar el sistema de las deportaciones», señaló un portavoz de la institución.



Se pretende priorizar las deportaciones de las personas que debido a sus actos delictivos recientes o pasados constituyan una amenaza para la sociedad norteamericana. En cambio para aquellos que no posean un historial criminal la historia será distinta, pues sus casos de deportación serán archivados provisionalmente y serán notificados por escrito de esta nueva circunstancia.

Esta modificación de la política de deportaciones permitirá que las personas incluidas en este grupo estén facultadas a solicitar un permiso temporal de trabajo. «Sin embargo, está condición no les garantiza en absoluto su otorgamiento dado que también son decisiones que deben tomarse analizando cada caso de forma individual», agregaron los funcionarios norteamericanos.



Cabe recordar que durante el año fiscal 2010 (comprendido de Octubre del 2009 a Setiembre del 2010), Estados Unidos deportó aproximadamente a 392.000 inmigrantes ilegales.

La nueva directiva del Departamento de Justicia no afecta a la mayoría de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes ilegales que residen en los Estados Unidos, sólo aquellos que mantienen casos pendientes ante los tribunales de inmigración.

Al parecer, si bien no se trata del Dream Act ni de la esperada reforma migratoria, esta medida representa al menos una oportunidad para un gran número de jóvenes estudiantes hispanos, así como personas trabajadoras y honestas de permanecer en el país e incluso poder solicitar un permiso legal de trabajo. De manera que puedan mantenerse en la brega de conseguir el ansiado sueño americano.

Fuente: www.impre.com