El aumento desde este domingo en hora de la tarde del caudal de río Yaque del Norte, producto del desagüe preventivo de la presa de Tavera, por los efectos que podría dejar a su paso por el territorio nacional el huracán Irene, ha desatado preocupación entre los residentes en zonas bajas de Santiago y otros puntos de la región del Cibao, proclives a inundaciones y deslizamiento de tierra.
Sin embargo, el director de la Defensa Civil en Santiago, Francisco Arias Tolentino, llamó a la población a estar atenta y a no alarmarse, debido a que el desagüe del embalse, es un proceso programado por el Comité de Manejo de Presas, con lo cual se procura de que el nivel de agua acumulada sea adecuado ante cualquier eventualidad.
Según dijo Arias Tolentino a Acento.com.do, la liberación del caudal la presa inició este domingo con 157 metros cúbicos por segundo, al mediodía de este lunes subió a 175 metros cúbicos por segundo. El socorrista advirtió que se subirá o bajará el nivel del agua de acuerdo al movimiento de la tormenta y a sus efectos en el territorio dominicano. El nivel actual de la presa es de 316 metros sobre el nivel del mar.
Preparados
Antes los efectos de lluvia de la tormenta Irene la Defensa Civil y las demás instituciones que componen la Comité de Organizaciones de Emergencia (COE) están prestas para encarar cualquier situación emanada de los posibles daños del paso de Irene.
Para este trabajo preventivo la Defensa Civil cuenta con la ayuda de unos 10, 000 voluntarios integrados en los comités comunitarios. Las autoridades de locales se preparan para hacer frente a posibles efectos de las lluvias que se prevé caerán como consecuencia del paso por el territorio nacional de la tormenta Irene.
El socorrista aseguró que en esta ciudad, donde cerca de 20 mil personas viven en zonas vulnerables, los efectos de las inundaciones y deslizamiento de tierra suelen ser menores por la orientación que reciben las juntas de vecinos que integran los comités comunitarios para la prevención de desastres.
Santiago que cuenta con un conglomerado en la zona urbana de aproximadamente un millón de habitantes, es una ciudad proclive a las inundaciones, debido a que por años las autoridades sólo han dedicado tiempo y recursos para mitigar daños causados por los fenómenos naturales, pero se ha hecho poco o nada, para evitar los asentamientos en lugares de peligro.
Un mal recuerdo
En el año, 2004, las evaluaciones de la Defensa Civil, reportaban 36 zonas críticas, siete años después, los lugares proclives a inundaciones y deslizamientos de tierra han subido a 54, equivalente a casi un 50 %, debido a la improvisación de barrios.
Una de las mayores preocupación en Santiago es para la personas que viven en la ribera del río Yaque del Norte, debido a la amarga experiencia de la madrugada del 12 de diciembre del año 2007, cuando el desagüe repentino y no planificado de la presa de Tavera, provocó inundaciones que dejaron al menos 40 personas ahogadas, según las cifras oficiales.
Fuente:Acento