Un nuevo estudio de la Universidad de Virginia puso en el banquillo al popular SpongeBob, una de las estrellas del canal infantil Nickelodeon, y lo encontró culpable de varios cargos: afectar la concentración, la potencia cerebral, la capacidad de sentirse conformes y hasta la habilidad de resolver problemas de los pequeños que están en edad preescolar.



Las “fiscales” fueron las terapeutas Angeline Lillard y Jennifer Peterson, del Departamento de Psicología de la universidad, quienes se propusieron llevar a cabo una prueba para determinar la influencia inmediata que tenía en los niños apenas una breve exposición a la serie SpongeBob SquarePants.

Fuente: Univisión.com