Cuando era una adolescente, la comunicadora Gisell Mueses se sintió atraída por el fitness. Con tan solo 16 años, la locutora se inició como profesora de aeróbicos, y años después siguió con las pesas y los pilates. Su apasionamiento fue de tal magnitud que en México se tituló en esa área.

Los conocimientos aprendidos los transmite a través de sus programas Telefit y Radiofit “El costo de esto es disciplina y hacer lo que debes, no lo que quieres. Muchas veces no quiero ir al gimnasio, pero con el tiempo me he acostumbrado. Aunque sigue siendo difícil, porque me gusta comer y soy floja muchas veces”.

Pero el tener un cuerpo bien torneado le ha granjeado problemas. Hace unos años un hombre se obsesionó con ella y llegó a enviarle a su trabajo recortes de revistas en los que aparecía. Para su total tranquilidad el caso llegó a feliz término y no se ha vuelto a repetir.

Como es una conocedora de la idiosincrasia del dominicano, Gisell asegura que no sale a la calle en ropa deportiva para que no le vociferen cosas que la hagan sentirse incómoda.

“El dominicano es plebe. Yo he hecho el experimento. Por ejemplo, unas veces me pongo ropa holgada y aún así me dicen cosas. El dominicano es morboso de por sí; si no te ve con la ropa sexy, entonces te imagina. El dominicano es así, me he dado cuenta”, manifestó con convencimiento a la periodista del periódico Hoy Joselin Rodríguez.

No obstante, reconoce que a la mujer le gusta que le digan sus piropos.

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