A pesar que según los cálculos de la propia Nasa el satélite UARS ingresó en algún punto entre las 12.03 y 02.09 horas de esta madrugada, hasta el momento aún no tienen claridad sobre en qué lugar exacto pudieron haber caído los trozos que quedaron del aparato. La única certeza hasta el momento es que se dispersaron en alguna zona del océano Pacífico, entre la costa oeste de Estados Unidos y Canadá.



Así lo informó la agencia espacial estadounidense esta tarde en una conferencia de prensa, donde dio a conocer algunos detalles sobre este hecho que mantuvo expectante a gran parte del mundo, sobre todo porque diversas agencias privadas anunciaron lugares donde supuestamente caería, como la costa de nuestro país.

En el reporte entregado por la organización, Nicholas Johnson, jefe científico de desechos orbitales de la Nasa, incluso reconoció que quizás «nunca podremos saber» el paradero de los trozos que quedaron del satélite, tras su desintegración en su reingreso en la atmósfera terrestre.



Es más: Hasta el momento no han recibido ningún informe verosímil de que alguien pudiera haber visto caer algún trozo.

Fuente: Latercera.com