Para solucionar la situación de los residentes a orillas del Lago Enriquillo se necesitan entre tres o cuatro mil millones de pesos que garanticen sus alimentos y reubicación a lugares donde la vida sea posible.
A esa conclusión llegó la investigación del profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Joaquín Díaz, quien determina que la seguridad alimentaria ha bajado en la zona a 9%, lo que significa que si antes había personas que comían una sola vez al día, ahora hay quienes no comen nada.
Pronostica que esas personas emigrarán para sumarse a los cinturones de miseria de la capital y ciudades como Barahona o San Juan de la Maguana informa Listindiario.com.