La Policía persigue a una enfermera a la que el Tribunal de Niñas, Niños y Adolescentes de la provincia Santo Domingo investiga por el secuestro, hace siete años, del hijo de la trabajadora doméstica de su casa, cuando la víctima dio a luz en una clínica de la capital.
Martha de los Santos huyó ayer cuando la Policía apresó a su esposo, Modesto Almarante de Jesús, en su residencia, ubicada en una casa sin número de la carretera Mella, en el sector Alma Rosa II, de Santo Domingo Este.
Ambos son investigados por el secuestro del hijo de Marisol Féliz, quien trabajaba como empleada doméstica en casa de la madre de la enfermera.
Féliz vivió hasta el pasado enero de este año con la versión que le dio De los Santos, en el sentido de que su niño había “nacido muerto”, en la clínica San Pablo, que estaba ubicada en la calle Manuela Diez, en el Distrito Nacional.
“Cuando salí embarazada, vivía en la casa de la madre de Martha de los Santos, y al momento en que iba a dar a luz, Martha me inyectó una sustancia desconocida que me hizo perder el conocimiento por varias horas, al despertarme, Martha que es enfermera, me dice que el niño nació muerto”, denunció Féliz el 8 de enero de este año a la Fiscalía del Distrito Nacional, a través de una llamada telefónica a la Línea Vida.
“Pero el 03 de enero del 2011 el señor Modesto, esposo de Martha, fue donde una hermana de ella, y le dijo que el hijo que ellos tenían (El Caribe se reserva el nombre del niño) no es hijo legítimo de ellos, sino que este era el hijo de Marisol Féliz, y que le había dado a Martha la suma de siete mil 500 pesos para pagar la clínica”, apunta la denuncia.
A partir de ese momento, las autoridades trasladaron al menor al Consejo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes (Conani), en donde se le practicaron varios estudios, incluyendo una prueba de ADN, el 11 de marzo de 2011, que arrojó que Féliz era su madre biológica.
Marisol Féliz, con rabia y dolor dijo a El Caribe: “Sentí a mi hijo llorar cuando nació y esa enfermera me inyectó algo raro y me quedé dormida. Al otro día me dijo que mi hijo había muerto”. “Son unos abusadores que acabaron con la vida de mi niño”, se queja.
El caso se complicó luego de que el día 29 de abril María Jacqueline Fabián, médico legista de la provincia Santo Domingo, certificó que el menor había sido abusado sexualmente y además tenía “lesiones y cicatrices” en la cabeza. Almarante de Jesús se encuentra detenido en el destacamento del ensanche Felicidad, de Los Mina, de donde será traslado hoy por ante un tribunal de atención permanente.
Al conversar con el niño, lleno de vida y con toda la inocencia reflejada en su rostro, contó que recibía maltratos de manera constante, que era golpeado con cucharones calientes y hebillas de correa, e incluso expresó que Almarante de Jesús lo sometió a abusos sexuales en dos ocasiones.
La abuela del menor, Migdalia Bolivia Féliz cuenta que su hija tuvo noticia de que el niño vivía en una ceremonia de religiosidad popular. “Un día en una noche de vela, a mi hija le dijeron: “tu petit ’ta vivo”. Y así mismo fue… lo tenían secuestrado”.
La madre del menor cuenta que la enfermera De los Santos y su esposo robaron al niño el día de su nacimiento, en su afán de superar el dolor que padecían debido a que su hijo biológico padecía una enfermedad incurable que luego le causó la muerte. Entiende que, después, el remordimiento lo llevó a confesar a su cuñada Ivelisse Mercedes, el secuestro que, según las acusaciones, se produjo hace siete años.
Intento por declarar al niño
Ivelisse Mercedes, cuñada de la enfermera perseguida, informó a El Caribe que la pareja le pidió que se hiciera responsable de declarar al niño por ante un juez civil. “Ellos me amenazaron diciéndome que si no lo declaraba (al niño) me iban a involucrar en lo que habían hecho, porque como yo tengo seis hijos ellos decían que se me hacía más fácil declararlo”. Insistió en que nunca en su vida se vio involucrada en hechos reñidos con la ley.
Pascual Montero, esposo de Mercedes, aseguró que “después que el niño duró casi cuatro meses en el Conani, entonces cuando terminaron de hacer las pruebas de lugar, procedieron a entregárselo a la madre biológica”.
Engañaba a su familia
Martha de los Santos vivía en el sector Vietnam, de Los Mina, y simultáneamente llevaba una vida desconocida por sus parientes, a quienes decía que tenía un segundo empleo, pero en realidad vivía con Modesto Almarante de Jesús en Alma Rosa II.
Ivelisse Mercedes informó que lo último que supo de su medio hermana era que ya no laboraba en la clínica San Pablo y que estaba trabajando en un politécnico. Marisol Féliz, la mujer que recuperó el niño, vivió en casa de la madre de la enfermera y ayudaba a realizar los oficios del hogar y se convirtió en una gente de confianza de la familia.
Fuente:ElCaribeCDN