Pese a lo manido del tema haitiano, donde rábulas verborreicas de nuestro estercolero político han hecho fortunas, otros, consiguieron butacas en el prostíbulo del Congreso, empero, son exiguas las acciones delictivas de los nacionales del vecino país, donde en su mayoría se dedican a labores agrícolas, de construcción así como al servicio doméstico, oficios dejado de lado por dominicanos.
Si embargo, cuando los aventajados del tema, en la búsqueda de presupuesto para seguir engrosando sus cuentas bancarias, acuden a la migración de los vecinos, no obstante, tener a la zona turística del Este, Puerto Plata, Cabarete, Sosúa, Samaná, centenares de lacras del crimen organizado de naciones europeas, que encontraron refugio en nuestra nación, dado la vulnerabilidad de los organismos del Estado, sin embargo, todas estas bostas de los escenarios circenses, cobijados en ¨¨empresarios, lavadores, banqueros¨¨ nada dicen, ya que de una u otra forma son parte de ese axial corrupto y delincuencial.
Por Reynaldo Hernández Rosa