Según informa AFP el médico de Michael Jackson, Conrad Murray, debió haber llamado al número de emergencia 911 con más premura cuando descubrió que el cantante no respiraba, reconoció el lunes el anestesista Paul White, testigo clave de la defensa, al ser interrogado por la fiscalía.
Al acercarse el punto culminante del juicio a Murray por homicidio involuntario de Jackson, White mantuvo su postura de que Jackson causó su propia muerte al inyectarse el potente sedante propofol que acabó con su vida, pero admitió que él hubiera hecho algunas cosas de forma diferente.
«Yo hubiera hecho las cosas de forma diferente en términos de pedir ayuda y llamar al 911», aseguró White, quien se enfrentó en repetidas ocasiones al fiscal David Walgren y llegó a ser amonestado por el juez.
Durante el juicio a Murray ya se había mencionado que Murray no llamó inmediatamente al 911 al encontrar a Jackson sin vida en la habitación de su mansión de Los Ángeles, luego de pasar una noche entera intentando en vano ayudarlo a conciliar el sueño.
El médico, quien afirma haber abandonado la habitación durante sólo dos minutos, dijo que comenzó a darle reanimación cardiopulmonar (RCP) al cantante antes de pedir ayuda al asistente personal de Jackson, quien a su vez llamó a un guardia de seguridad, quien finalmente llamó al número de emergencia 20 minutos después.
White admitió también que Murray podría haber mentido al omitir decir a los paramédicos y a los doctores de la sala de emergencia haberle administrado propofol a su paciente en las horas previas a su muerte el 25 de junio del 2009.
«Creo que fue algo que pasó por alto», dijo inicialmente, antes de ser preguntado por Walgren si Murray podría haber estado mintiendo. «Sí, es una opción», afirmó.
Los encendidos intercambios se produjeron cuando se reanudó el proceso por la muerte involuntaria del cantante, mientras el juicio entra en su recta final, luego de cinco semanas de testimonios sobre las circunstancias de la muerte de Jackson a los 50 años.
Walgren inició su contrainterrogatorio preguntando a White detalles de lo sucedido, entre ellos, si fue un error que Murray no hubiera llevado una historia clínica de Jackson.
El fiscal también preguntó a White cuánto dinero le habían pagado por su declaración en defensa de Murray. El respetado anestesista dijo que hasta ahora habían sido 11.000 dólares, pero dijo que esperaba recibir más.
En un momento, el juez Michael Pastor le pidió al jurado que abandonara la sala, antes de amonestar a White -quien agregó que normalmente se le pagaba 3.500 dólares diarios por un testimonio- y ordenándole que se limitara a contestar las preguntas de Walgren.
«No me gusta, no va a volver a suceder», aseguró el disgustado magistrado.
Luego del testimonio de White, se espera que el fiscal y la defensa expongan su apelación final, antes de que los siete hombres y cinco mujeres que conforman el jurado se retiren para preparar su veredicto.
Aunque muchos observadores ven difícil que Murray pueda escapar a un veredicto de culpabilidad, después de cuatro semanas de implacables testimonios presentados por la fiscalía, la defensa tiene esperanza de hacer una apelación final que sirva en su causa.
Murray enfrenta hasta cuatro años de cárcel si es declarado culpable por la muerte de Jackson por una «intoxicación aguda de propofol» en Los Ángeles, donde el cantante estaba ensayando para una serie de conciertos en Londres.
La fiscalía afirma que Murray, que recibía un sueldo mensual de 150.000 dólares (105.000 euros) por sus servicios, mató a Jackson al administrarle un cóctel mortal de medicamentos para ayudarle a dormir, sin controlarlo todo el tiempo.
La defensa ha tratado de presentar a Jackson como un drogadicto desesperado, que habría terminado suicidándose con una sobredosis accidental, con o sin la ayuda de Murray.