Las personas con un cierto tipo de rasgos genéticos son más proclives a ser amables y a cuidar de otros que aquellas que no disponen de estos rasgos, y personas ajenas a ellas pueden rápidamente percibirlo, según una investigación estadounidense publicada este lunes.



La variación genética está relacionada con el gen que actúa como receptor de la oxitocina, algunas veces denominada la «hormona del amor» porque se manifiesta con frecuencia durante el sexo y favorece la empatía, una mayor vinculación con otras personas y otros comportamientos sociales.

Científicos de la Universidad de Oregón diseñaron un experimento en que 23 parejas, cuyos genotipos eran conocidos para los investigadores pero no para los observadores ajenos, eran filmadas.



A un miembro de la pareja se le demandaba que contara un momento doloroso de su vida. Los observadores examinaban al oyente durante 20 segundos, con el sonido desconectado.

En la mayoría de los casos los observadores fueron capaces de saber cuál de los oyentes tenía el «gen de la amabilidad» y cuál no, afirman las conclusiones de las Actas de la Academia Nacional de Ciencias publicadas este lunes.

«Nuestras conclusiones sugieren que incluso la menor variación genética puede tener un impacto en el comportamiento humano, y que estas variaciones del comportamiento son rápidamente identificadas por otros», señaló el principal autor del estudio, Aleksandr Kogan, de la Universidad de Toronto.

Nueve de cada diez personas que fueron juzgadas por observadores neutrales como alguien en que «confiarían menos» portaban la versión A del gen, mientras que 6 de 10 de los considerados «más sociables» tenían el genotipo GG.

Las personas que participaron en el estudio se sometieron a pruebas y portaban genotipos GG, AG o AA de la secuencia de ADN rs53576 del gen receptor de oxitocina (OXTR).

las personas que tenían dos copias del alelo G eran juzgadas generalmente como más empáticas, confiadas y afectuosas. Aquellos con genotipos AG o AA tienden a sentirse menos positivos en general y a tener menos sensibilidad paternal. Investigaciones precedentes mostraron que también tenían mayor riesgo de autismo.

«El gen receptor de la oxitocina en particular está captando cada vez más interés, debido a diversos estudios que sugieren que está relacionado con la forma en que las personas muy sociables se perciben a sí mismas», dijo Kogan.

«Nuestro estudio se preguntaba si estas diferencias se manifestaban en comportamientos que son fácilmente detectables por extraños y resulta que es así», concluye.-

AFP