La directora ejecutiva del Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumido, Pro Consumidor expuso este miércoles ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados la necesidad de una legislación que regule las tarjetas de crédito en el país, de modo tal que haya un protección para los usuarios de los servicios financieros.
Altagracia Paulino planteó que la falta de transparencia en operaciones del sector financiero en distintos países ha obligado a que se opte por legislar a favor de los usuarios de los servicios financieros.
Consideró que esa lamentable realidad no se puede pasar por alto en República Dominicana, en razón de que la experiencia le indica que de 720 contratos de adhesión entregados por el sector financiero a Pro Consumidor, el 100 por ciento tenían cláusulas abusivas y ambiguas, incluyendo los de tarjetas de crédito.
Durante su ponencia ante los miembros de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, la titular de Pro Consumidor manifestó que los contratos de tarjetas de crédito fueron revisados y enviados a la Superintendencia de Bancos, para que hagan su labor de regulador sectorial y contribuyan a la protección de los usuarios de esos servicios
Principales denuncias
Afirmó que las principales denuncias y reclamaciones que recibe Pro Consumidor están íntimamente vinculadas “a cálculo de interés sobre saldo insoluto, fraudes con tarjetas de crédito en perjuicio de consumidores, cambio de tasa sin previo aviso, altas tasas de intereses, cobro de servicios no recibidos, cobro por emisión de plástico sin autorización e incumplimiento de contratos”.
Sobreendeudamiento
Al abogar ante los legisladores por la necesidad de una normativa jurídica que regule el uso de las tarjetas de crédito en el país, la licenciada Paulino citó factores que inducen al sobreendeudamiento, como facilitación exagerada e inducida del acceso a los créditos, ausencia de regulaciones adecuadas o incumplimiento, prácticas y cláusulas abusivas en los contratos establecidos por el sistema financiero.
También exclusión y fragilidad de amplios sectores de la población que buscan, mediante los créditos, mejores condiciones para acceder al mercado de consumo, predominio de un modelo de desarrollo basado en estilos de consumo intensivo.
“El consumidor es el ciudadano del mundo globalizado, creemos que en la actualidad la línea entre el consumidor y el ciudadano se difumina haciendo una sola figura”, manifestó.
Recordó que una cantidad importante de países ya han legislado para regular las tarjetas de crédito, “los más interesantes, por su parecido a la realidad socioeconómica dominicana, son las legislaciones de Argentina, España, Panamá, Perú, Chile y Estados Unidos de América”.
Fuente:AlMomento.net