Recordamos con mucho agrado las noches que nos hiciste reír a carcajadas. Por las causas que día tras días luchabas, por el amor que entregabas y por siempre abrir las puertas a ciudadanos de la clase humilde que se acercaban a ti buscando una solución a sus penas.
No fuiste perfecto, porque solo Dios lo ha sido, pero le demostraste a este país que cuando se quiere se puede y supiste aprovechar cada minuto que la vida te regaló.
Tu legado se mantendrá por siempre, tu país re recuerda con gratitud, siempre usando tus palabras para enfrentar los corruptos y despiadados que han querido abusar de nuestra República Dominicana.