El afán de acaparar la atención, ganar premios y generar rating ha llevado a muchos productores de televisión a engañar a sus televidentes con relación al contenido que ofrecen.
Utilizando los servicios de relaciones públicas ofrecidas por periodistas algunos programas grabados alteran declaraciones de figuras de importancia del mundo del espectáculo en la República Dominicana, faltando a la ética y el profesionalismo de su trabajo.
El interés de captar la atención tiene a muchos productores rompiéndose la cabeza promocionando hasta con una semana de antelación sus declaraciones sacadas de contexto y que luego quienes ven la entrega se dan cuenta que fueron engañados.
Se presentado la situación en la que tanto artistas como figuras de la TV quieren demandar a medios escritos pero no proceden porque las informaciones son alteradas por los relacionadores de a quien ofrece la entrevista.
Siempre que se promocione un contenido fraudulento, falso, engañoso o como se le quiera llamar poco a poco se va perdiendo el interés y posiblemente se genere altos niveles de audiencia un día, pero el público no es tonto y difícilmente siga cayendo en el mismo gancho.