Se puede decir que los fabricantes de software antivirus tienen mucho interés en magnificar el peligro, quizás más de lo que realmente es», señaló Jürgen Schmidt, jefe del servicio noticioso Heise Security.



La amenaza de los virus en los smartphones es mucho menor que en las computadoras Windows. «Definitivamente, por el momento los smartphones no necesitan un programa antivirus».

La amenaza relativa no es igual para todos los sistemas operativos móviles. Por el momento, el riesgo es mayor para los smartphone con Android, según algunos expertos. «Android es el Windows del futuro para los teléfonos inteligentes», señaló Schmidt.



Todavía hay virus para el viejo sistema Symbian, cuyas aplicaciones se instalan gratis como apps de Android, mientras el malware para Blackberry o el Windows Mobile es muy raro de ver.

El más alto nivel de seguridad lo ostenta el sistema operativo iOS de Apple, porque sus aplicaciones sólo se encuentran en la tienda App-Store oficial y allí sólo pueden ser instaladas tras comprobación.

«Se puede decir todo lo que se quiera del chequeo de Apple, pero en lo que respecta a la seguridad tiene claramente una ventaja», afirmó Schmidt. Al menos restringe las posibilidades de difusión de los virus, pues las apps pueden ser eliminadas y sin más problemas del iTunes.

Pero no sólo los aparatos iOS, sino también los demás sistemas operativos pueden renunciar también a antivirus, firewalls y otros softwares, pues estos programas de seguridad frenan el rendimiento del smartphone.

«Es una carga adicional para los recursos, pues repercuten en la batería y hacen funcionar las alarmas», explicó Schmidt. Más razonables serían tests antivirus previamente guardados en las tiendas de vendedores de sistemas operativos como Google.

«Estamos necesitando tecnologías completamente diferentes», afirmó, por su parte, el profesor Norbert Pohlmann, del instituto de seguridad en Internet en la Universidad alemana de Gelsenkirchen. Por ejemplo, en los smartphones, los programas importantes deberían estar separados de los no importantes. Actualmente, el mayor peligro para usuarios de smartphones acecha en la instalación ciega de aplicaciones. «Es un nuevo desafío, el aprender a no descargarlo todo».

También Schmidt aconseja instalar software sólo de fuentes de confianza. «Con ello se puede descartar gran parte del riesgo y por ahora dormir relativamente tranquilos», señaló el académico.

No obstante, sigue existiendo un problema: el hambre insaciable de datos en torno al usuario, a las apps móviles y sus vendedores. «Se puede sacar aquí más datos que del PC, incluyendo datos del movimiento», señala Pohlmann. El usuario se enfrenta aquí a un dilema: «Muchas apps son útiles y, si se tiene demasiadas exigencias en la protección de datos y en la esfera privada, se puede quedar rápidamente solo».

Una solución intermedia sería orientarse a aplicaciones de uso popular. «El usuario debería instalarse sólo apps ampliamente difundidos, y no cualquiera aplicación con escaso mercado, en los cuales nunca se sabe qué esconden», señaló Alexander Tsolkas, experto en seguridad informática.

En todo caso, en la instalación de apps, los sistemas operativos móviles presentan al usuario preguntas de seguridad a las cuales hay que responder con claves. Es fácil desconfiar de aplicaciones que plantean demasiadas preguntas, como, por ejemplo, cuando una app brújula, además de pedir datos de contacto, quiere leer mensajes SMS e iniciar aplicaciones.

No obstante, las preguntas de seguridad suelen ser inútiles, afirma Schmidt. «La gente se ha habituado a desecharlo todo». E incluso cuando se miran con cuidado toda pregunta, la mayoría de los usuarios siente que se le pide demasiado: «Es muy difícil estimar con exactitud por qué una app quiere saber determinados datos», agregó.

Fuente Infobae.com