Una mujer sueca que afirma ser la verdadera hija de Elvis Presley presentó una demanda judicial por 130 millones de dólares en contra de los bienes y familiares del cantante por difamación y daño moral.



Lisa Johansen, de 43 años, dice ser la verdadera hija del «Rey del Rock and Roll», obligada a exiliarse en Suecia en 1977 después de la muerte de su padre por temor a ser secuestrada. Johansen también asegura haber sido reemplazada por la «impostora» Lisa Marie Presley, y afirma que la cantante Priscilla Presley, esposa de Elvis, era su madre.

Johansen relata con detalles su odisea en su autobiografía, «I, Lisa Marie», pero los editores del libro la demandaron en 2000 por negarse a realizarse una prueba de ADN como habían acordado.



Durante la última década, Johansen ha mantenido un bajo perfil, pero varios conflictos recientes con la familia Presley han vuelto a poner el foco en sus reclamos.

Johansen presentó una demanda ante el Tribunal de Distrito de Memphis, Tennessee (sureste) el 21 de noviembre. La demanda se originó en una visita a Graceland que Johansen hizo en agosto con su marido y sus cuatro hijos para conmemorar el aniversario de la muerte de Elvis Presley.

A los pocos días de la visita de la familia, el abogado de Presley, Martin Singer, envió una carta al representante legal de Johansen, afirmando que la mujer había tenido una «conducta extraña y fraudulenta», haciendo alarde frente al personal de Graceland de su estrecha relación con la familia Presley.

Singer rechazó sus reclamos. «La extraña obsesión de Lisa Johansen con la familia de mi cliente y sus estrafalarias afirmaciones de ser la Lisa Marie Presley ‘real’ desgastan completamente la credibilidad de Lisa Johansen», dijo.

Durante una visita a Graceland en 1992, Johansen se hizo pasar por Lisa Marie Presley, entró en una habitación privada y tomó algunos objetos, antes de huir cuando empezó a sonar una alarma de seguridad, dijo Singer.

Ni Singer, ni un representante de Graceland respondieron a solicitudes de comentarios de la AFP.

Maria Skelly, una portavoz de Johansen en Washington, dijo que la familia Presley ha sido «provocadora y hostil», y tuvo acciones intimidatorias con Johansen para que ésta se vaya y no se atreva a regresar con ningún reclamo.

«Ella ha tenido la esperanza de resolver toda la situación en privado dentro de la familia», dijo Skelly.

El tribunal no estableció por el momento ninguna fecha en relación al caso.