PARÍS.Una simple proteína, la periostina, podría ser la clave para bloquear el desarrollo de las metástasis, uno de los grandes riesgos de complicaciones para los enfermos afectados de cáncer, según un artículo publicado el miércoles en la revista Nature.
Un equipo de investigadores suizos descubrió que sin esta proteína, presente de manera natural en el cuerpo, las células cancerígenas difundidas a partir de un tumor maligno inicial no pueden desarrollarse en otros lugares como metástasis o nuevos tumores.
Se sabe que un tumor difunde en el cuerpo células cancerígenas y que sólo algunas, las «células cepa cancerígenas», son capaces de desarrollar metátasis si hallan un terreno propicio, lo que los cancerólogos llaman un «nicho».
Investigadores del Instituto Suizo de Investigación Experimental sobre el Cáncer (Isrec) y de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL) aislaron la periostina en esos nichos en ratones y demostraron en este roedor, que sin esta proteína, no hay metástasis.
«Sin esta proteína, la célula cepa cancerígena no puede desarrollar una metástasis. Desaparece o se vuelve durmiente», dijo el profesor Joerg Huelsken del EPFL, quien también firma el artículo en Nature.
Bajo el título «Las interacciones entre células cepa cancerígenas y su nicho gobiernan la colonización metastásica», los investigadores del EPFL y del Isrec afirman que «bloquear el funcionamiento» de la periostina «impide la metástasis».
Esto ya fue realizado en ratones. «Desarrollamos un anticuerpo que se adhiere a la proteína y le impide funcionar», dijo el profesor Huelsken. «Esperamos de esta manera ser capaces de bloquear el proceso de formación de las metástasis».
Pero no es seguro que la transposición al hombre sea válida: «no estamos seguros de encontrar un anticuerpo equivalente que funcione en los humanos», según el investigador suizo.
Además, tampoco es seguro que el bloqueo de la acción de esta proteína conduzca a tan pocos efectos secundarios en el hombre como fueron observados en los ratones.
El cáncer es una causa mayor de muerte en el mundo, y provocó en 2008 7,6 millones de muertes, o sea cerca del 13% de la mortalidad mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los cánceres del pulmón (1,4 millones de muertes), del estómago (740.000 muertes), del hígado (700.000 muertes), del colon (610.000 muertes) y del seno (460.000 muertes) son los que provocan el mayor número de fallecimientos.
AFP