NUREMBERG. Una corte de Alemania condenó este lunes a un jubilado de 69 años a dos años y ocho meses de cárcel por haber mantenido relaciones incestuosas con su hija a lo largo de tres décadas, pero descartó el cargo de violación.



La Corte de Nuremberg llegó a la conclusión de que las relaciones sexuales entre Adolf Bergbauer y su hija, actualmente de 46 años, eran consentidas, pero lo condenó a una pena de prisión por los delitos de incesto y de coerción.

Bergbauer estaba acusado de 500 cargos de violación, pero si bien el ahora jubilado admitió ante la corte haber mantenido relaciones sexuales con su hija, negó de plano haberla violado, alegando que ella estaba de acuerdo.



Los fiscales, sin embargo, apuntaron que el hombre había comenzado a tener relaciones sexuales cuando la hija tenía apenas 12 años, y llegó a tener tres hijos con ella. Por ello, pidió una pena de 14 años de cárcel. Ante la pena de dos años y ocho meses, la fiscalía adelantó que apelará la sentencia.

El juez Gunther Heydner explicó que la corte no llegó a la conclusión de que la hija fue forzada a mantener relaciones sexuales.

«Con testimonios que fueron cambiando en aspectos claves (…) no hemos podido establecer pruebas» de violencia, dijo el juez.

Bergbauer, quien es analfabeto y trabajaba ocasionalmente, alegó que el primer contacto sexual con su hija ocurrió cuando la joven tenía 17 años. «Ella estuvo de acuerdo en participar», dijo. Desde entonces mantuvieron relaciones sexuales consentidas dos veces por semana, en promedio.

La hija de Bergbauer, sin embargo, dijo a los fiscales que su padre la había violado repetidamente, tanto en la vivienda en la que vivían como en el interior de un vehículo. El hombre llegó a forzarla a mantener relaciones sexuales amenazándola con un cuchillo, contó.

AFP