Carreteras y caminos vecinales totalmente destruidos, puentes en mal estado, peligro de cañadas, así como productores sin respaldo oficial, es el panorama en la provincia San José de Ocoa a cuatro meses del paso del huracán Irene.



El mal estado de las carreteras que comunica a Ocoa con los demás municipios, como Sabana Larga, Nizao, Rancho Arriba y otras comunidades amenazan las cosechas que se producen en el millón de metros de invernaderos que existen en la provincia.

El puente principal sobre el río Ocoa que colapsó hace cuatro meses, luego de un millón de euros aportados por los Fondos Europeos, su reparación no soportaría una nueva crecida del caudal, de ahí el temor generalizado de quienes producen alrededor del 50 por ciento de las hortaliza que se consumen en el país.



Aunque el Ministerio de Obras Públicas ha bacheado la mayoría de los puntos críticos de la carretera, desde el Cruce hasta Ocoa, para las organizaciones de desarrollo de la provincia esta no es la solución y la definen como lo que el argot de los limpiabotas se conoce como “paño con pata”.

Rafael Reid, de la Fundación Ocoa en Pie, considera que para evitar que esta localidad quede incomunicada nuevamente es necesaria la construcción de una nueva carretera, tras recordar que la actual se encuentra sobre una falla geológica, vulnerable a deslizamientos.

Se repetiría historia. Debido a esta situación, afirma, ante cualquier evento de la naturaleza, como por ejemplo cuatro o cinco días corridos de lluvias Ocoa quedaría prácticamente aislada, con graves consecuencias para los productores.

“Estos parches que coloca Obras Públicas en carretera durarán apenas dos o tres meses, hasta que llueva, porque se pegan sobre un terreno accidentados, erosionado, lo que manda es otra vía para acabar con este vía crucis”, expresó Reid.

Para los ocoeños, una buena carretera hasta el cruce, la reconstrucción de otra que lo comunique con Juan Adrián, en la autopista Duarte, así como la reparación de alrededor de 50 caminos vecinales es vital para el desarrollo de la producción agrícola de la localidad que genera alrededor de dos mil millones de pesos al año.

Los moradores de los barrios San Luis, San Rafael, El Horno y otros del municipio de Ocoa continúan en la misma vulnerabilidad que llevó a decenas de familias a refugiarse en las escuelas públicas luego del paso de Irene.

El alcalde. Aneudy Ortiz Sagiun, alcalde del municipio de Ocoa, deplora que lo único que han hecho las autoridades nacionales sea el bacheo de la carretera principal, porque las demás labores, como canalización de cañadas en el municipio de Sabana Larga ya fueron paralizadas sin explicación.

Señala que como las autoridades nacionales no auxiliaron a decenas de familias que sus viviendas fueron inundadas por cañadas durante el paso de Irene, estas se vieron obligadas a limpiar sus hogares y volver a la misma vulnerabilidad, mientras otros viven arrimados donde familiares.

El productor de aguacate Plinio Batel, en Rancho Arriba, narra que pasan crujía cada vez que cosechan, debido a que hasta los caballos pasan las de Caín para sacar la producción.

Invernaderos. El ingeniero agrónomo Braulio Taylor Santana Sánchez, advierte sobre el peligro de la quiebra de los invernaderos, como consecuencia del mal estado de carreteras y caminos vecinales, altos intereses de los financiamientos y falta de técnicos calificados en la materia.

Señala que es imposible desarrollar los invernaderos con tasas de intereses de hasta 20 por ciento, cuando en otros países el financiamiento es prácticamente el más bajo, lo que resta competitividad a los productos criollos.

El especialista en invernaderos estima que hace falta un gobierno con mano firme, que apoye la producción local y frene las importaciones.

Señalar que habiendo una buena producción de cebollas en los actuales momentos se trae el producto desde fuera.

Faltan técnicos

El ingeniero Braulio Taylor Santana llama la atención sobre la falta de técnicos calificados en los invernaderos, mientras no existe una política para desarrollar a estos profesionales en las universidades y politécnicos. Atribuye el desarrollo de los invernaderos en Ocoa a las condiciones del clima y a emprendedores como la familia González, que siguieron la labor que inició el fenecido sacerdote Luis Quinn.
Fuente:Hoy.com.do